Es innegable que la droga en Jujuy es una problemática aun no atendida en profundidad desde el gobierno y sus instituciones destinadas a ello.
Mientras el gobernador Morales critica la inacción presidencial ante la situación a nivel nacional tomando como centro el ataque al supermercado de la familia Rocuzzo en Rosario (Santa Fe) en Jujuy los lugares de venta de drogas ya toman características de kioscos o despensas, y en localidades como Yuto, los estupefacientes se comercializan “como caramelos”.
El 26 de junio del año pasado se abrió en barrio 18 de noviembre, en Palpalá, la institución llamada “Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario “Manitos Traviesas Construyendo Esperanza”, donde se atiende de distintas formas a personas con consumo problemático de cualquier tipo de sustancias. Desde ese día, Viviana y Alfredo, sus referentes, fueron “desbordados de situaciones de problemática de consumo”.
Quienes buscan ayuda allí (generalmente los familiares de personas con adicciones) encuentran profesionales de distintas áreas: deporte, salud, alimentación, psicología y trabajo social. Se contiene a las familias y hay tareas coordinadas con otras instituciones.
“Vienen muchos adolescentes, niños de 10, 12 y 14 años de edad con problemática de consumo”, aseguraron.
Además, marcaron que los estupefacientes en Palpalá “se consiguen en cualquier lugar”.
