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Temporal: "Sólo la suerte evita una catástrofe", advirtió un ingeniero

Al igual que los pobladores de la zona, el ingeniero Edgardo Sosa señaló que no se están realizando las tareas de mantenimiento necesarias para evitar un nuevo aluvión y que, ante este escenario, la aparición de fenómenos climatológicos simultáneos podría tener consecuencias terribles.

En las localidades de Bárcena, Humahuaca, Volcán, Bárcena y Tumbaya Grande, la continua caída de agua ha provocado un aluvión de agua, barro y piedras que bajó desde los cerros, sepultó caminos y viviendas y causó la muerte de un hombre y una mujer que quedaron atrapados en su auto, en el departamento de Volcán. Asimismo, el fenómeno causó la evacuación forzada de 1.500 personas que debieron ser alojadas en refugios secos.

Pero el fantasma de la tragedia se quedó en La Quebrada, donde los pobladores viven con incertidumbre la temporada estival caracterizada por precipitaciones frecuentes.

En las últimas horas, un temporal generó diversos problemas en la zona y causó preocupación.

Los vecinos temen que con la repetición de las lluvias la situación se salga de control y se vea agravada por la falta de mantenimiento.

Consultado al respecto, el ingeniero Edgardo Sosa fue contundente: “Hay que agradecer a dios que nunca hubo fenómenos simultáneos. Con dos torrentes eso sería catastrófico. Tenemos la suerte de que no haya fenómenos simultáneos.

“El problema de la Quebrada de Humahuaca es básicamente geológico. Hay que entender el comportamiento de nuestros ríos. En virtud de la localización de Jujuy y de esa zona en el hemisferio sur, por una cuestión relacionada con la rotación de la tierra, todos los ríos en nuestra zona tienden a atacar la margen derecha. En el sentido de escurrimiento, el lado derecho es el más vulnerable”, señaló.

“En la Quebrada de los Filtros la margen derecha es justamente el ingreso al pueblo de volcán. En Purmamarca, el ataque es hacia el lado del pueblo de Humahuaca y en el caso del Guasamayo que está en la margen opuesta el ataque también es hacia la margen derecha donde esta Tilcara”, agregó.

Sosa habló del rol clave que juega el cuenco disipador, que “es una pileta donde el barro se acumula y de esta forma rompe su energía”.

“El mantenimiento no puede fallar, ese cuenco debe ser reestablecido en las dimensiones que fue calculado. Cuando se construyó había observado que se había reducido el tamaño del cuenco y que no iba a funcionar. Si el torrente de barro baja y el cuenco no da satisfacción para retener va a tender a atacar la margen derecha donde está el pueblo de volcán”, precisó.

La inversión, consideró, debe ser constante en mantenimiento y debe formar parte del presupuesto.

“Si nos olvidamos de las dimensiones que tienen que tener vamos a encontrarnos con nuevos episodios”, concluyó.

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