Marcelino Vargas falleció por coronavirus en el Hospital de Campaña y cuando su familia debió retirar su cuerpo se encontraron con el faltante de los restos. Mientras tanto otra familia enterró a un muerto equivocado.
El caso reabrió el pedido para despedir de manera digna a los familiares en este contexto de pandemia.
Paula Robles Ávalos, hija del prestigioso médico forense Guillermo Robles Ávalos que falleció en el Hospital de Perico, presentó ante la UNJU sobre un proyecto para poner en práctica el protocolo para el tratamiento humanizado del final de la vida y formas alternativas de despedida en contexto de pandemia por covid-19.
El documento fue elaborado en conjunto con antropólogos y el psicólogo y practicante de psicoanálisis Ricardo Peralta.
“Este protocolo se hizo por diferentes cuestiones, traté de promoverlo de acuerdo a mi experiencia personal y también por una demanda que recibieron los colegas del Colegio de Antropólogos. Por eso lo armamos para presentar al COE pero antes realizarlo a través de la UNJu y salga a través del rectorado”, contó Paula Robles Ávalos a Radio 2.
“Consta de puntos esencialmente vinculados al acompañamiento de pacientes con covid y con otras enfermedades y requieren cuidados personales de la familia”, agregó.
Dicho plan está basado en las pautas que tiene el CONICET en la red de cuidados personales y el acompañamiento al final de la vida.
También están contemplados los rituales funerarios que son necesarios en estos momentos.
Acá en Jujuy a los familiares de fallecidos se les está entregando un cuerpo en un cajón cerrado y eso generan muchas dudas. En mi caso particular nunca se me permitió el acceso a la clínica, solo tuve contacto telefónica y cuando se me entregaron los restos, no me lo dejaron ver cuando llegué al cementerio nunca lo pude ver ni nada. Acá en Jujuy a los familiares de fallecidos se les está entregando un cuerpo en un cajón cerrado y eso generan muchas dudas. En mi caso particular nunca se me permitió el acceso a la clínica, solo tuve contacto telefónica y cuando se me entregaron los restos, no me lo dejaron ver cuando llegué al cementerio nunca lo pude ver ni nada.
“A mí me generó no solo incertidumbre sino también ataques de pánico”, expuso Robles Ávalos.
Según señala la impulsora del proyecto, se deben tomar todas las medidas, cuidados y distanciamiento pero realizar una despedida como corresponde.
PROTOCOLO PARA EL TRATAMIENTO HUMANIZADO DEL FINAL DE LA VIDA