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El Estado Jujeño siempre llega tarde

El testimonio de una mujer que denunciaba en nuestros micrófonos el ataque de su pareja en cualquier punto de la ciudad y el reclamo que viene realizando por años en las diferentes instituciones que deben brindar respuesta en caso de sufrir violencia de género, dejó expuesto a un Estado ausente frente a su desesperado pedido.

Con este tipo de relatos queda al descubierto que las soluciones a los problemas sociales, estructurales, que debe enfrentar este gobierno no se asumen de acuerdo a una hoja de ruta clara.

No hay señales concretas del reconocimiento de los problemas ni procesos de diagnósticos claros, solo despiertan dudas sobre si realmente desde el Estado se comprenden los fenómenos y los problemas que atraviesan a la sociedad.

La violencia contra la mujer se ha transformado en un caso que requiera de intervenciones casi quirúrgicas sobre la problemática, no soluciones edulcoradas o liquidas que no solo tienen que ver con la contención requeridas para las víctimas, sino generar políticas publicas mas contundentes.

No se logran identificar qué tipo de medidas se necesitan para evitar que abusen y que maten a las mujeres. Una de las claves es la prevención pero en esta gestión es complicado porque la prevención requiere orden y en este gobierno la marca registrada es su fenomenal desorden en todos los sectores tanto sociales como institucionales.

¿Se puede prevenir desde el desorden?

Es inadmisible que en pleno siglo XXI las víctimas de los diferentes tipo de violencia no logran encontrar salida y terminan siendo víctimas de femicidio, es imperdonable.

Pero, sin embargo, es entendible con un gobierno que hace culto del desorden, que no tiene capacidad de planificar con solidez, ya que todas las medidas que anuncian no sirven para solucionar ninguna problemática social, ni generar el bien común dentro de la sociedad. Es por eso que no existe el Estado de bienestar en Jujuy.

Este es un gobierno espasmódico sin continuidad en sus acciones, en el medio de esta patología que sufre el gobierno quedan ciudadanos en el camino rehenes de distintas problemáticas.

Prevención, asesoramiento con los que saben, invertir en conocimiento no en militantes, este es el secreto para trabajar con cierto nivel de compromiso.

No alcanza con las condenas no se termina el fenómeno con estas formas si son necesarias pero no se sigue evadiendo la cuestión de fondo.

Políticas públicas reales en educación y prevención, pero sobre todas las cosas presupuesto para abordar de una forma conjunta esta y otras problemáticas sociales deben ser prioridades permanentes.

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