Esto ocurre en medio del endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) para contener la inflación a través de la suba de tasas de interés. La más reciente fue del 0,75% y se esperaban subas similares en los próximos meses si los precios no daban señales de ceder significativamente.
Este dato, por un lado ayuda a disipar los temores de una recesión y por el otro, demuestra que los salarios continúan creciendo y que con ellos los precios de los productos y servicios probablemente lo sigan haciendo.
Respecto al mes pasado, la mayor parte de los aumentos de precios se dieron en los rubros Combustible (75,6%), Gasolina (44%), servicios públicos de gas (30,5%) y Electricidad (15,2%). El precio promedio del galón de gasolina bajó cerca de u$1 tras haberse disparado en meses recientes a un récord de u$s5 en las estaciones de servicio del país, por una combinación de una mayor demanda, menores suministros y altos precios del petróleo en los mercados mundiales.
En tanto, el IPC en término mensual se mantiene sin subidas (se esperaba +0,2%), por debajo del ascenso del 1,3% de junio. Por su parte, el IPC subyacente en término interanual subió en julio un 5,9% (frente al mismo dato del mes anterior y en contra del 6,1% esperado) y en término mensual asciende un 0,3% (frente al 0,7% anterior).
FUENTE: Ámbito