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Duro relato del dueño de una hostería: "a las pymes nos tienen olvidadas"

Jorge Germen tiene 67 años, es dueño de una hostería en Reyes y al igual que muchos colegas del sector turístico se encuentra sumamente preocupado. Las medidas sanitarias implementadas por la pandemia paralizaron la actividad, no hay ingresos, las cuentas siguen corriendo y el Estado se mantiene ausente.

  • El dueño de una hostería jujeña relató la dramática situación que vive el sector por la falta actividad, mientras la presión de los impuestos no cede.
  • Sostuvo que no hay políticas provinciales destinadas a aliviar a las pymes y que la cuarentena impide realizar gestiones.
  • "Para que venga la DGI, para controlar sí vienen, pero para decir qué necesitas, hace quince años que estoy y nunca vino nadie a darme una ayuda".

Jorge Germen es dueño de la hostería Pura Vida en la localidad de Reyes. A sus 67 años nunca pensó que iba a tener que cerrar su emprendimiento a raíz de un virus, que además iba a paralizar toda la economía mundial.

El aislamiento social preventivo y obligatorio lo mantiene confinado, la actividad está paralizada, pero mientras transcurren los días el debe ocuparse de hacer tareas de mantenimiento para cuando la situación sanitaria se estabilice.

"Estamos con la hostería cerrada, pero la hostería necesita mantenimiento, hay que hacer pintura, cortar paso, hay que hacer arreglos, las habitaciones hay que ventilar y limpiar. Por más que no venga la gente nosotros realmente necesitamos del personal y hoy no podemos contar con eso porque el gobierno nos dice que todos se queden en sus casas. Por eso estoy acá solo haciendo los pocos arreglos que puedo ir haciendo", contó Jorge en diálogo con Canal 2.

"A esta edad tengo que ponerme a hacer de jardinero, herrero, pintor, hacer de todo un poco para que no se me caiga este emprendimiento".

Pura Vida funciona desde hace quince años, pero Jorge recuerda que en todo ese tiempo nunca hubo un gesto por parte del Estado provincial frente a alguna crisis.

"Para que venga la DGI, para controlar si están los empleados están en blanco sí vienen, pero para decir qué necesitas, hace quince años que estoy y nunca vino nadie a darme una ayuda", expresó.

Al no haber movimiento turístico no hay ingresos, pero las cuentas se siguen acumulando y las obligaciones con los empleados también.

"Tengo algo ahorrado pero ya para el mes que viene no voy a poder pagar mas la luz ni el gas porque no tengo ingreso y vivo de esto".

Jorge solicitó a las autoridades provinciales que vean la forma de que a estos establecimientos se les pueda dar algún tipo de actividad. "Hay que buscarle la forma pero quiero que el gobierno se acuerde de nosotros porque veo que a las pymes nos tienen olvidadas. Se manejan en un entorno muy cerrado y a nosotros nos tienen olvidados".

Lamentó la falta de políticas destinadas a aliviar al sector y también el no poder hacer gestiones ya que por su edad está dentro de los grupos de riesgo.

"Soy un hombre que tengo 67 años y sé que no puedo salir quisiera bajar (a San Salvador) para ver si puedo hacer algo pero sé que debo cuidarme así que vivo encerrado en este lugar".

"A esta edad tengo que ponerme a hacer de jardinero, herrero, pintor, hacer de todo un poco para que no se me caiga este emprendimiento", expresó.

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