La imagen del gobernador en la tarde de ayer se asemejaba más a un comandante entregando la plaza que aun dirigente político vigoroso y en plena acción.
Reforma electoral: Esta derrota tiene su mariscal
En política hay un viejo dicho que afirma que las derrotas son huérfanas, pero en este caso este viejo axioma no es para nada aplicable, esta derrota política tiene su mariscal y es Gerardo Morales.
Morales con sus clásicas bravuconadas, venía de prometerle una “paliza” a Mauricio Macri y de anunciar que se comería a los chicos crudos en la interna de Juntos por el Cambio.
Lo concreto ahora es que los números no le daban para convocar a una elección de constituyentes, según fuentes gubernamental todas las encuestas que había encargado el gobierno, por lo menos tres arrojaban números parecidos, algo más del 50% de los jujeños le decían que no a este intento reeleccionista.
El lenguaje gestual no intencional de Morales ayer denostaba a una persona que no lograba asimilar que de una manera tan contundente los ciudadanos le diera la espalda, en su narcisismo patológico no lograba entender, al igual que Narciso, los mortales no lográbamos apreciar su belleza, los gestos de frustración se sucedieron durante toda su exposición.
Pero no solo en los gestos se notaba esa realidad, el mensaje también estuvo plagado de yerros e inconsistencias, no logrando explicar nunca el por qué se le había pasado la “urgencia” de modificar la constitución.
Algunas explicaciones demasiado vagas, volviendo a viejos slogan tan re manidos que lo fueron convirtiendo en vetustos.
Volvió a apelar a la formula de la supuesta lucha de bien contra el mal, a la Jujuy de antes con la Jujuy de hoy, argumentando que ya no habrán cortes de rutas o puentes porque la constitución los prohibiría, lo que está claramente establecido en el Código Penal, o también hablar de supuestos nuevos derechos, aunque en estos casos cae en contradicciones fácticas, por ejemplo cómo hablar de luchar contra el cambio climático y a la vez sostener Limsa o la ausencia del Estado en la proliferación de los basurales a cielo abierto.
El exagerado relato de Morales en la conferencia de ayer llegó a límites impensados, por ejemplo cuando elípticamente deja absolutamente claro que la posición de dialogo del gobierno es con Rivarola y nada más, aunque esta vez tuvo el suficiente tino de no nombrarlo.
Cuando los encuestadores procesaban los números, además del rechazo a la reforma, aparecía con claridad meridiana y rechazo aún más generalizado a esta UTE conformada entre Morales y Rivarola, sociedad que los jujeños la consideran absolutamente nefasta para el destino de la provincia.
Rivarola le dio el quórum y el voto que necesitaba Morales en esta urgencia, pero ahora según los encuestadores no había ninguna posibilidad que le de la cantidad de convencionales que asegurasen la voluntades para reformar a su gusto y paladar.
Rivarola llevó al Partido Justicialista a un paupérrimo 7% de intención de voto, pero teniendo en cuenta el margen de error de las muestras y el desatinado andar del “rivalorismo” como expresión política, el PJ corría el serio riesgo de no hacer piso y quedarse fuera de la concertación.
Fueron infructuosos los intentos de Rivarola y el PJ de intentar pararse como supuestos opositores, le embuste la sociedad no lo creyó, y quedó el “rivarolismo” con el sector de Carolina Moisés intentando lo imposible, despegarse discursivamente de Morales cuando los hechos los avasallaban.
Un Morales desgastado, un gobierno que cada día suma nuevos dislates y los socios devaluados no era el mejor escenario para una elección.
Tal es el espanto que genera la sociedad Rivarola – Morales, que apenas minutos después de la votación en diputados, diferentes sectores políticos y sociales, con fuertes diferencias ideológicas entendieron que hay intereses superiores que deben sortear y resolvieron aunar fuerzas y construir un gran frente opositor a la reforma.
Guillermo Snopek, Juan Cardozo, los Palmieri, Débora Juárez, Julio Ferreyra, Alejando Snopek, Claudia González, Mariela Ferreyra, José Zurita, Roberto Casas, Fernando Acosta, Juan Carlos Martínez, Alicia Chalabe, René Casas y tantísimo otros se sumaron a esta cruzada anti reformista bajo una sola premisa, un no rotundo a esta forzada reforma electoral.
Morales es a partir de anoche un ex gobernador, siempre hablando en términos políticos y los caminos de los ex gobernadores que tienen fecha de mudanza sus caminos suelen ser mucho más escarpados.
La sumisión son siempre hacia los que se quedan, nunca hacia los que se van y en esto el radicalismo tiene una vasta experiencia por su inclaudicable y enfermiza vocación internista.
Morales ahora tendrá que dominar el arte del funambulismo, caso contrario la ley de gravedad puede hacer su trabajo de manera brutal.
Como diría la familia Stark. “… Winter is coming…”
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