Inflación, dólar y nuevos billetes: economista habló de la realidad del país
Dificultad política
Para el economista, el problema actual de Argentina es político, señalando que en cualquier PyMe “de los 22 días hábiles que tiene el mes, la mayoría de los días, 15, el empresario está pensando qué vencimiento tiene que pagar y qué regulación tiene que cumplir. No piensa cómo hacer crecer su negocio para ganar más dinero y contratar más gente, sino que está viendo cómo tiene que cumplir todas las cosas que le imponen. Definitivamente, le ponen tantos palos en la rueda que la economía e piraña. El Estado es una piraña, los sindicalistas también lo son. Tenemos una lista de gente que son como caranchos que le van sacando al que produce y lo dejan prácticamente sin nada”.
En este sentido, recordó expresiones del gobernador de Jujuy, quien instó al gobierno nacional a emitir moneda “porque eso no generaba inflación” considerando a esas indicaciones “de las cosas más tristes de la actualidad Argentina, de una ignorancia total y absoluta de alguien que incluso se habla que puede ser compañero de fórmula de Larreta. Me parecen una calamidad esas afirmaciones, porque lo que denotan es un desconocimiento total del funcionamiento más elemental y básico de la economía”.
Liberalismo: opción o enemigo
Para el economista, la política ve al liberalismo como enemigo “porque son un nuevo participante que les va sacando votos a unos y otros; es la opción, y lo que me resulta más esperanzador es que las encuestas indican que los chicos que empiezan a votar, que tienen entre 16 y 18 años de edad, la mayoría no vota peronismo ni a Juntos por el Cambio; cerca del 40% termina votando al liberalismo. El liberalismo gana con comodidad en esa franja etaria”.
“Esa franja etaria vota con la cabeza que le proporciona internet, porque con eso se acaban los cuentos, los versos”, dijo Boggiano. “Con internet todo el mundo sabe que en La Habana no se vive bien y nadie quiere ser Cuba ni Venezuela. No existen más los ideales del “Che” Guevara, simplemente dicen “quiero ver cómo les va a los países que les va bien y quiero hacer las cosas de los países que les va bien”. El modelo no es Cuba ni Caracas, sino Nueva Zelanda. Incluso países que tienen muchas más libertades en América como Paraguay o Panamá, países donde el crecimiento es otro, donde el valor de la moneda es otro, la inflación es otra. Podría haber dicho Chile, lo que pasa es que los chilenos hicieron ahora de lo que muchos se están arrepintiendo con Boric. Pero definitivamente Chile fue un gran ejemplo para América Latina: el único país que es acreedor neto. Ahora se subieron a ideales que en Argentina no existen más. Compraron fantasías. Lo que la izquierda hace es eso: vender fantasías idealistas de igualdad, cuando lo que tiene que hacer es igualdad de oportunidades”.
Ventajas y desventajas
Por otro lado, el especialista se refirió a las empresas creadas por el Estado provincial; considerando que el Radicalismo es un Partido con un pensamiento intervencionista, marcó que al abrir una compañía embotelladora de agua, Morales le está dando “flexibilidad a su empresa con alguna exención particular. Si no, no tiene cómo tener esa ventaja. Al final es un capitalismo de amigos, porque si les cobran a todos el 35% y a otro el 15%, se acabó. El que paga 15% tendrá una enorme ventaja. Una cosa en determinado momento puede ser una política para incentivar una actividad, otra cosa es que haya disparidad de situaciones entre empresas del mismo rubro. Esas son las igualdades que tiene que haber: las igualdades de oportunidades, no las igualdades de pensar que cualquier mujer le puede ganar en un ring a Mike Tyson o a Floyd Mayweather. Eso no sucederá”.
Para el economista, cuando el gobernador de Jujuy dice que tiene un proyecto para salir adelante, “él cree que tiene un proyecto, pero cuando escuchamos hablar a los radicales creen que las cosas se solucionan hablando o consensuando. No tiene la menor idea de los cambios que hay que hacer, simplemente repiten cosas que hoy tienen atracción. Muchas veces repiten frases del liberalismo y no las creen y mucho menos las entienden, simplemente para quedar bien. Escuchamos a Cobos decir que hay que bajar el gasto público y es para reírse en su cara, porque no lo cree ni un poco. Lo repite porque sabe que en este momento le conviene decir eso, pero no lo hará en su vida. Y en el momento que tenga que afrontar las dificultades de bajar el gasto público flaqueará, al primer minuto que le digan que no quieren bajar. Nadie querrá bajar nada. Se requiere mucha convicción y coraje para hacer eso”.
Dolarizar/Moneda común
El economista también se refirió a la iniciativa política de dolarizar la economía, explicando que “para llegar a dolarizar la economía hay que ordenarla de tal manera, hay que ponerla tan a punto que, cuando se ponga punto, no quede claro para qué dolarizar. No se puede dolarizar. No es que se aprieta un botón y listo, “¿quién me cambia los pesos que tengo por dólares?” Dolarizar quiere decir que entreguemos los pesos que tenemos y nos darán dólares. Ni siquiera el Banco Central tiene dólares para cambiarnos a $1.000 por dólar. Con los dólares que tiene podría cambiar a $10.000 por dólar. Que alguien explique de dónde saldrán los dólares”.
La economía estadounidense “sin duda es mejor que la argentina, que son expertos en hacer desastres”, sostuvo Boggiano, “pero tampoco son santos y se mandan sus macanas. Todos los bancos centrales del mundo hoy están muy cuestionados, lo que pasa es que el de Argentina es un desastre, está subsumido en lo que diga la política. Dolarización suena como un delirio, ¿de dónde sacamos los dólares? No escuchamos una explicación contundente para saber de dónde, y las cosas que hay que hacer para convencer a alguien que nos dé esos dólares. No creamos eso de las soluciones mágicas, ni la dolarización, ni la moneda común con Brasil, porque al final son nuevos espejitos de colores que nos quieren vender los políticos. No hay espejitos de colores, hay que ser entender cuando uno ve historias de éxito. Todos tienen una historia de sacrificio: no vamos a ningún lugar sin sacrificio y esfuerzo. Eso es algo que tampoco le gusta a nuestro presidente, que no cree en el mérito. Algo lógico, porque en su vida no tuvo mérito, llegó con otros mecanismos”.
Lo que vendrá
Según el profesional, para los próximos meses sólo se puede esperar más subas de precios; “cuando la inflación llega a los niveles que llegó, el gran problema es que ya no sabemos cuáles son los precios de referencia, cuánto vale una pizza. Todos dirán precios muy dispares porque ya nadie sabe lo que vale. Incluso una gaseosa saldrá lo que quiera el del kiosco. No tenemos precios de referencia. Esa es una situación de la que algunos se aprovechan. Es imposible poder saber cuál es el precio de referencia, no el precio justo porque esa es una gran pavada. No hay referencia, no se sabe cuánto valen las cosas. Estamos atrapados en una espiral inflacionaria, y lamentablemente, lo que espero para este año es que vuelva a estar en la zona del 100% o más”.
Hay salida de esto, “pero hay que hacer reformas que la clase política no quiere hacer pero que las urnas se las empiezan a indicar. La raíz de todo esto es que los políticos gastan más de lo que recaudan, no les alcanza y entonces emiten (moneda). Esa emisión genera inflación; en esencia ese es el gran problema: hay que atacar el gasto”.
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Foto: el diario de la economía.
Planes y malos trabajadores
Los planes sociales también fueron analizados por el especialista, quien consideró que “no sirven para nada, la gente no puede vivir de planes. Aumentaron los montos destinados a planes y eso no resuelve nada. “No tenés trabajo, pasás a ser un mantenido del Estado de por vida”, cuando el plan social es una cuestión temporal hasta que la persona consiga trabajo, pero para que la persona consiga trabajo se tienen que crear la condiciones a las empresas para que puedan generar trabajo. Y no hacen nada para eso. De hecho, les hacen difícil la vida a las empresas. No pueden contratar a nadie y cada vez hay más gente que vive del Estado. Hay gente, chicos de 18 años, que nunca vieron a sus padres trabajar ni un día de sus vidas. Viven de planes; eso tiene que cambiar. No quiere decir tampoco que tiene que cambiar de un día para otro y hacer posible que las empresa contraten más gente, porque para que contraten más gente no les tengo que decir “no podés echar y las indemnizaciones se pagan dobles”. Todo lo opuesto, porque lo que hace eso es que nadie quiera contratar porque no los puede despedir. ¿Querés que las empresas contraten más gente? Sacáles la indemnización o bajáselas a la mitad, y el que está ahí y no sirve para nada y no quiere trabajar lo echarán. Los tipos que consiguen un puesto tienen recontra claro que no pueden echarlos y entonces no laburan. Contratan gente y baja la productividad, saben que la ley los ampara para no trabajar y que al empresario le saldrá carísimo echarlos. Y si los echa tendrá en la puerta al gremio. Una de las claves de todo esto es una reforma laboral que termine con esta estupidez que hace imposible a las empresas contratar. También tiene que haber una reforma impositiva porque no se puede seguir pagando los impuestos que se pagan. Y tener algún tipo de plan monetario para no seguir imprimiendo pesos como si fueran caramelos porque esto no resuelve nada, es una tomada de pelo”.
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