Esto tiene que ver con la falta de respeto a la ley tanto en provincia como en la municipalidad aquí en la ciudad.
Fobia por la transparencia
La causa de la falta de respuestas a la requisitoria de la gente sobre aspectos de información de carácter público permanentemente, resistido por los gobiernos provincial y municipal, es el corazón del problema que explica parte de la respuesta de porque cuesta tanto atender las necesidades de la gente en Jujuy.
Este fenómeno tiene múltiples causas: la corrupción es un factor clave ya que algunos funcionarios se dejan llevar por intereses personales o económicos.
Por otra parte, la impunidad juega un papel importante ya que sienten que no habrá consecuencias por violar la ley. Podríamos verlo en el caso Limsa o en la concesión del transporte y ahora con vía parking y es por eso que actúan sin temor ya que todo está blindado.
No importa la gente ni sus necesidades las decisiones se toman ignorando las leyes establecidas quizá por la presión de grupos de interés que influyen en el comportamiento de funcionarios que además carecen de una notoria falencia en materia de educación legal combinada con una crisis de valores y principios éticos que los empuja o los hace permisivos tomando decisiones cuestionables.
El acceso a la información pública y los obstáculos que impone la política en muchos casos es un delito ya que la información debería estar disponible para todos pero sin embargo, se convierte en un verdadero laberinto donde los ciudadanos se encuentran con muros inquebrantables y excusas para no acceder a datos fundamentales.
Pero, ¿por qué ocurre esto? una de las razones es la falta de acción de oficio por parte de los fiscales. Deberían ser quienes defiendan el derecho a la información pública, pero en lugar de ello, muchos parecen mantenerse al margen. ¿Qué los frena? la respuesta no es simple. En algunas ocasiones, puede ser la falta de recursos o capacitación. En otras, puede haber intereses políticos que les impiden actuar de manera decisiva.
Además, se observa que, en lugar de impulsar a los gobiernos a cumplir con sus obligaciones de transparencia, muchos fiscales esperan que sean los ciudadanos quienes presenten denuncias formales. Esto crea una situación de desamparo, donde los derechos de la ciudadanía quedan supeditados a un sistema que no actúa de manera proactiva.
Es esencial cuestionar estas dinámicas. Necesitamos entender por qué se niega a suministrar información y qué intereses están involucrados. La transparencia en la gestión pública es un derecho que no solo debería respetarse, sino que debe ser garantizado por todas las instituciones, incluidas las fiscales.
Hoy hacemos un llamado a los fiscales a que se conviertan en los defensores del acceso a la información y que se comprometan a trabajar en pro de una sociedad más informada y responsable. La información es poder, y todos tenemos derecho a acceder a ella."
Como todos los mecanismos institucionales estos cooptados por el oficialismo mediante las tiranías de las mayorías ninguna reforma legislativa en este sentido va a ser posible.
De manera que la idea de formar coaliciones de ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales que ejerzan presión sobre los legisladores puede ser el ensayo para una salida.
Por otra parte promover leyes de iniciativa popular que permitan a los ciudadanos proponer legislación directamente, lo que podría eludir el proceso tradicional dominado por legisladores obsecuentes con el gobierno.
El último capítulo de este comentario tiene que ver con la autocrítica que nos debemos muchas veces los ciudadanos. No existe una cultura donde cada persona sienta la responsabilidad de fiscalizar a sus representantes, generando presión constante y visibilidad en la rendición de cuentas.
La política es como el adolescente, muchas veces hay que controlarlo nos pasa a todos quienes somos padres bueno esto es más o menos lo mismo lamentablemente la política sin controles pierde el control y así estamos.
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