El análisis incluye a la Argentina en el contexto regional, teniendo en cuenta que Latinoamérica y el Caribe es la región que mayor incremento de matrimonios y uniones convivenciales infantiles ha tenido en los últimos años. La falta de estadísticas oficiales sobre el tema en el país no permite visibilizar esta situación y se sigue considerando este no es un tema en el país.
Sobre el estudio, Cecilia Correa, referente de FEIM, dialogó con Saludarte de Radio 2 y explicó que en el país hay un 4.7% de niñas menores de 18 años se casaron o unieron.
“Son un total de 132 mil jóvenes. Nos quedan muchos datos por fuera que aún no pudimos analizar”
Según la especialista las provincias con más alta tasa son Misiones, Chaco y Formosa. En el caso de Jujuy se encuentra en el medio de la tabla e ingresa al podio en el noroeste.
“En Jujuy, unas 2300 niñas viven en esta situación. Según el último censo realizado en el país en 2010”
Cabe aclarar que se denomina matrimonio infantil a una unión en la que uno o ambos contrayentes sean menores de 18 años. Se puede dar con o sin consentimiento, también puede ser consensuada por los padres y la mayoría son entre jóvenes y personas 10 o 15 años mayores.
El vínculo causal de los matrimonios o uniones convivenciales infantiles, entendidas como violencia, con otras formas de violencias. Según datos de la Corte Suprema de Justicia, 119 niñas y adolescentes fueron víctimas de femicidio, tanto directo como vinculado entre 2017 y 2019; y 72 niñas y adolescentes de entre 14 y 19 años, víctimas directas de femicidio. El 50% de manos de parejas y ex parejas convivientes.
En cuanto a Latinoamérica, son más de 60 millones los adolescentes que se casaron antes de cumplir la mayoría de edad; es decir 1 de cada 4.
“En nuestra región no solo afecta a niñas, también sucede en varones. Hay países de América que lideran las cifras como Nicaragua”
En los últimos años, las estadísticas se han mantenido y si bien Argentina cuenta con un buen marco legal; aún existen países que no han cambiado el consentimiento a partir de los 18 años.
El proyecto incluye recomendaciones para los legisladores, en función de prevenir y apuntar a la erradicación de esta situación que conlleva daños que determinan la vida de niñas y adolescentes.