En diálogo con Radio 2, el gerente de empresa Xibi-Xibi, Alejandro Pascuas, se refirió al documento y la situación, marcando que “por las posibilidades y apoyo que tuvieron las empresas de parte de los trabajadores, algunas sacaron servicios a trabajar, de manera reducida, entendiendo que es nuestra responsabilidad prestar servicio”.
Aclaró que el comunicado abarca tanto a las empresas urbanas e interurbanas, y en cuanto a la cuestión salarial reclamada desde el gremio, subrayó que “Jujuy es una ciudad en el noroeste argentino; el salario que pretende UTA aquí es el del AMBA, viene de paritaria en el AMBA, la nacional no está cerrada. Pretenden cobrar lo mismo que se cobra allá, donde los ingresos de las empresas quintuplican los que se perciben en Jujuy. De movida, eso marca una diferencia. Cuando hubo subsidios, magramente servían para emparejar la cuestión paritaria, porque para lo único que nos los daban era para que pudiéramos tener el mismo salario de Buenos Aires. La disparidad de ingresos por subsidios de las empresas del interior con el AMBA era enorme, pero servía por lo menos para emparejar el salario. Cuando esto desapareció, no hay manera, no hay modo que una empresa de Jujuy pueda pagar ese mismo salario”.
Embed - Empresario jujeño tajante: "No hay manera de pagar $1.000.000 a los choferes"
Aportes
“La provincia aporta $ 450.000.000 por mes, y para pagar esta paritaria necesitaríamos por lo menos el triple. Ya hablamos eso con el gobierno, que nos explicó que no dispone de esos montos. Entonces, entendemos que hay que acomodarse a la realidad del sistema. El de Jujuy, hoy, tiene que vivir de la tarifa, que ya es alta, y consideramos que, a medida que los costos suben, debe subir. (Si) se pretende cobrar este dinero, el boleto se tiene que ir a $ 1.500”.
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El millón
“Imaginemos un estudiante entrando a una librería, llevándose un cuaderno y pagando un 10% del mismo. Qué pasaría. Este es un problema económico. Tenemos que tener la responsabilidad, como empresarios, de no firmar ni comprometernos a pagar algo para lo cual no tenemos recursos. Por eso hicimos un ofrecimiento al gremio de un sueldo de $ 850.000, que con viáticos y demás, llega a más de $ 900.000. Con antigüedad, la mayoría de los empleados pasan a $ 1.000.000. El ofrecimiento que hacemos es muy importante. De hecho UTA, a nivel nacional, para las empresas de larga distancia, acaba de firmar por $ 850.000, lo mismo que ofrecemos. No estamos ofreciendo un sueldo miserable, sino algo que podemos pagar con los recursos genuinos. Lo que está tratando de hacer el gremio es extorsionarnos a través de esta medida para que firmemos una paritaria para la que no tenemos recursos, y se sabe lo que sucede cuando eso pasa, porque lo vivimos todos los años anteriores. Como no podemos pagar, vivimos de paro, con medidas, y esto se tiene que terminar”.
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$ 1.500 de pasaje
“Tenemos una ecuación económica quebrada hace muchísimo tiempo. Las empresas siguen funcionando porque, a diferencia de muchas actividades, agonizan muy largo tiempo. Si vendiéramos camisas y no cobramos lo que tenemos que cobrar por cada una, y no las podemos reponer, a lo sumo trabajaremos seis meses y nos fundiremos, porque nos quedaremos sin camisas. El subsidio es una compensación tarifaria, es parte de la tarifa. Como el Estado no quiere que el pasajero pague lo que vale el boleto, entonces hace que pague una parte y éste paga la otra. No es un regalo. Si hoy pudiéramos tener la misma cantidad de pasajeros que tenemos, cobrando $ 1.500 el boleto, quizá pudiéramos pagar la paritaria que piden. Pero es ilógico pensar que hoy podemos cobrar $ 1.500 y mantener la misma cantidad de pasajeros. Tendremos muchos menos viajeros, menos servicios, y tendremos que despedir gente. No se puede, hay que ser realistas”.
BEGU
“Como empresarios, bajo ningún punto de vista, estamos en contra de la política del BEGU o de que el estudiante no abone el boleto al momento de subir al colectivo. Pero como cualquier negocio, necesitamos cobrar por la mercadería que vendemos. En este caso es un servicio, un asiento. Si se pretende seguir con esta política, que me parece muy interesante, lógicamente tiene que tener una contrapartida dentro del presupuesto para poder pagarles a las empresas por ese servicio que prestan. De lo contrario, se pone el peso sobre una empresa privada, una política pública que es un subsidio”.
“Este año ni siquiera facturamos, nos dieron algunos adelantos, pero lo último que nos pagaron el año pasado son $ 46 por estudiantes secundarios y terciarios y $ 35 por los primarios. Es menos que un caramelo, es irrisorio. Recibimos algo de dinero de adelanto que no cubre absolutamente nada, en promedio deben ser $ 70”.