A partir de septiembre, el Gobierno avanzará en la reducción de 10 puntos en el impuesto PAIS que pesa sobre las importaciones. El tributo pasará de 17,5% a 7,5% y el equipo económico espera que la rebaja en la alícuota se traduzca en una baja de precios en los productos que tienen componentes importados.
Con la baja del impuesto PAIS, los analistas esperan una suba de las importaciones que afectará las reservas
A partir de septiembre, el Gobierno avanzará en la reducción de 10 puntos en el tributo que pesa sobre las importaciones. Sin embargo, hay preocupación por las divisas que se acumularon desde el cambio de Gobierno. Por qué es una cifra clave en la negociación con el FMI.
De acuerdo a lo que publicó el ministro de Economía, Luis Caputo, la baja en el tributo para las importaciones empezará a regir el próximo lunes y, según los especialistas, tendrá al menos dos impactos negativos. Por un lado, la cuestión fiscal. El superávit que el Gobierno mostró en los primeros meses del año se logró, en gran parte, por el aporte del impuesto PAIS y los ingresos del fisco sufrirán con la reducción.
Las reservas del Banco Central (BCRA) serán el otro punto de dolor en la estrategia oficial. Antes de la disminución del impuesto PAIS, los importadores se retrajeron para aprovechar un tipo de cambio más conveniente una vez que se avance con la baja. Según Portfolio Personal Inversiones (PPI), el dólar importador costará un 8,2% menos.
Sin embargo, cuando la medida se concrete, el movimiento será inverso y las importaciones volverán a despegar. En Outlier puntualizaron que la menor demanda importadora permitió recomponer las reservas netas, que pasaron de US$6493 millones negativos a fin de julio a US$6089 millones negativos al 20 de agosto. Los analistas consideraron que esa mejora será transitoria por la reducción del impuesto PAIS.
Más demanda de dólares en menos tiempo
El economista Fernando Marull, socio de la consultora FM&A, coincidió en el diagnóstico e indicó que la reducción en la cantidad de cuotas que rigen para el acceso de los importadores a las divisas también tendrá un efecto negativo porque se demandarán más dólares en menos tiempo. “Asumimos pagos de 115% de Aduana. Las importaciones subirán desde septiembre U$S1500 millones mensuales”, señaló en su reporte semanal.
Algo similar analizaron en PPI: “El BCRA aceleró notoriamente su ritmo de compras en las últimas semanas, lo que se explicó completamente por una fuerte desaceleración de la demanda privada. Esto es un fenómeno transitorio. A partir de este viernes, comienzan a solaparse las cuotas del ‘viejo’ esquema con las primeras del ‘nuevo’, puesto en vigencia el 01/08″.
La casa de Bolsa recordó que más de la mitad de las importaciones pasarán de pagarse en un esquema de cuatro cuotas de 25% en 30, 60, 90 y 120 días a uno de dos cuotas de 50% en 30 y 60 días. Para PPI, la demanda privada de importaciones ya tocó su piso. “Desde aquí sólo puede acelerarse, lo que se traduciría en una performance más magra del BCRA”, anticiparon.
El número que sigue el FMI
Para el Gobierno, la decisión de bajar el impuesto PAIS sin haber conseguido un refuerzo financiero que apuntale las reservas es delicada. Especialmente cuando las reservas netas son uno de los indicadores que examina el FMI en su revisión trimestral.
“Desde el inicio de la gestión, las reservas netas acumuladas ascienden a US$8287 millones, una cifra que queda por debajo del máximo alcanzado el 25 de junio, cuando se situaron en US$12.389 millones. Por su parte, el FMI impuso una meta de acumulación de US$8700 millones para fin de septiembre”, apuntó un reporte de GMA Capital.
En ese contexto, la firma alertó que las recientes compras del BCRA no se tradujeron en una suba de las reservas netas debido a la nueva metodología de intervención en el contado con liquidación. “Alcanzar la meta impuesta por el FMI se perfila como una tarea difícil para la entidad, sobre todo considerando que las negociaciones para un nuevo crédito con el organismo no comenzarían hasta fin de año”, sostuvo.