Los ánimos de maestros y profesores están más que caldeados, interpretan que el gobierno provincial los ha menospreciado no solo en aspectos salariales, también en el modo cuasi patoteril de relacionarse.
Según describió el profesor e integrante del CEDEMS Diego Machaca a Sobremesa (Canal 2) el año pasado, también en contexto de protesta, María Teresa Bovi los recibió con la policía e hizo carpetas de persecución por el simple hecho de negarse a que sus haberes pasen a planillas complementarias. "No hay empatía para quien ejerce, la forma de dirigirse a los docentes y a todo aquel que reclame es violenta", aseguró el entrevistado.
Probablemente el ejemplo cruel y contundente resulte de comparar el valor de las horas cátedra en Salta, superior a los $3800 y más del doble con respeto a la remuneración de los docentes locales. Como han expresado innumerables veces los referentes sindicales de la administración pública, la respuesta está en el superávit fiscal que Jujuy ostenta desde hace tres años, fruto de ajustar permanentemente sobre el salario. Un discurso contradictorio sobre la supuesta inversión oficial en Educación.
En teoría la extraordinaria renta del parque solar Cauchari debería pagar el multimillonario crédito educativo (en dólares) pero el profesor Machaca revela que "algunos edificios inaugurados están incompletos, sin parte eléctrica", para las escuelas veteranas el presupuesto no parece alcanzar, algunas tienen serios problemas de infraestructura, en tanto "otras se sostienen gracias a la recaudación de las cooperadoras".
La lectura de Machaca describe un Estado completamente ausente, tanto en lo edilicio como en cuestiones burocráticas, debieron transcurrir seis años de mandato para que reviera parcialmente la conformación de la Junta Calificadora, no obstante los problemas para expedir un Listado Único de Orden de Mérito (LUOM) equitativo persisten.
