- Todo comenzó con un fuerte dolor de costilla, del lado izquierdo, que no lo dejaba entrenar con normalidad.
- Fueron casi 11 meses de lucha constante, tratamiento que se realizó en Buenos Aires.
- Se propuso ganar esta batalla y lo logró, sin dejar de lado su sueño pendiente: jugar en Primera.
La historia de vida de Ezequiel Serrano: "el fútbol me motivó, luché y vencí el cáncer"
Ezequiel Serrano tiene 17 años de edad recién cumplidos, es jugador de fútbol del club Gorriti y en junio del año pasado le diagnosticaron cáncer (Sarcoma de Ewing), con esperanza de vida de tres meses. Sin embargo, su fuerza de voluntad, convicción y sobre todo, las ganas de seguir jugando al fútbol lo llevaron a ganar esta batalla, la más difícil de todas.
El Sarcoma de Ewing es un tipo de cáncer que comienza como una proliferación de células en los huesos y el tejido blando que los rodea. Se presenta más a menudo en niños y adultos jóvenes, aunque puede aparecer a cualquier edad.
En este caso, el tumor que estaba alojado en la parrilla intercostal izquierda de Ezequiel era muy agresivo, sobre todo por la forma que creció, con metástasis en un ganglio y ambos pulmones. Por tal motivo, el tratamiento también tenía que ser agresivo, había que reducirlo, para luego pasar a cirugía. La preocupación más grande pasaba por saber si su cuerpo iba a resistir, tenía muy pocas expectativas de vida.
Todo cambió de un momento a otro, cuando parecía que se encaminaba para cumplir su sueño de jugar en Primera, recibió este durísimo cachetazo. De estar luchando por un lugar entre los convocados del fin de semana, a luchar contra la dura enfermedad del cáncer.
Es hijo único, su mamá Beatriz Cabrera Granara y su papá Marcelo Serrano, fueron sus pilares más importantes, además de los compañeros de fútbol y colegio (estudia en el complejo José Hernández). La sociedad jujeña también aportó lo suyo, con oraciones y desde lo económico, ya que hubo una campaña solidaria para costear los gastos del tratamiento.
Fueron 9 quimioterapias para reducir el tumor y pasar a una cirugía de alta complejidad de 6 horas. Luego 5 quimioterapias de mantenimiento y 35 sesiones de radioterapia localizada. Sus ganas de vivir y jugar al fútbol hicieron que resista, hoy en día está de vuelta haciendo lo que más le gusta y en el club de sus amores: el Club Atlético Gorriti.
Nuestro medio visitó la práctica de los Diablos y dialogó con Enzo Serrano: “fue muy repentino todo, tenía una vida normal, entrenaba en reserva y Primera y de un día para el otro me salió una molestia en la costilla, del lado izquierdo, pensé que era una contractura, estuve un mes y medio entrenando con esa dolencia”.
Gracias a Dios ya pasó lo más duro: “pude retomar mi vida, empezar de cero con el fútbol y disfrutar de mi quinto año de secundaria con mis amigos. El club Gorriti es una familia, somos todos unidos, me recibieron de la mejor manera, fue un mimo al alma para mí”.
Su motivo para salir adelante siempre fue el fútbol: “no quiero que mi sueño de jugar en Primera quede pendiente, por eso nunca bajé los brazos, ahora estoy focalizado en eso. Sentí mucho alivio y relajación cuando volví a pisar la cancha del club, pensar que todo terminó me hace feliz".
Se mostró muy agradecido: “le doy gracias a mis padres, ellos estuvieron en todo momento a mi lado, me acompañaron y no me soltaron la mano. A la gente de Jujuy también, se que hicieron campañas para ayudarme, fue realmente impresionante la movida, nunca esperé impactar tanto en la sociedad, estoy eternamente agradecido con todos los que pusieron su granito de arena, tanto emocional como económico”.
EL CONSEJO DE EZEQUIEL DESPUÉS DE TODO LO VIVIDO