Días atrás conocíamos la dura realidad del merendero “Peques felices ” de Palpalá.
“Hay días que no damos abasto”, remarcaban las responsables del espacio de contención y asistencia alimentaria ubicado en el barrio Antártida Argentina de la ciudad siderúrgica.
Manifestaban hacer un trabajo netamente a pulmón, generando sus propios recursos para comprar mercadería, pero aun así, el dinero que les ingresa no les alcanza.
Como si no fuera difícil la situación para este lugar que se dedica a ayudar, ahora perdieron insumos y materiales producto de la delincuencia que parece no tener ningún tipo de límites.
En la última jornada, el merendero sufrió robo de mercadería, garrafas y anafes por lo que debió suspender provisoriamente la colaboración provisoriamente.
Yanina e Isabel, encargadas del lugar, se mostraron profundamente dolidas con lo que les pasó y enfatizaron en que hubo mucha maldad ante lo acontecido.
“Lamentablemente ayer nos encontramos en que entraron a robar y se llevaron mercadería, nos desvalijaron todo y dejaron en cero. Además se llevaron garrafas y anafes que usábamos para dar la merienda”.
“Hubo mucha maldad en lo que pasó, ahora no sabemos qué vamos a hacer. Acá no hay seguridad.”, relataron.
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