La mesa redonda ha sido considerada, durante mucho tiempo, la más flexible a la hora de acomodar a comensales en casa, sin importar el tamaño del espacio. Sin embargo, cada vez más son más los arquitectos que reivindican las soluciones de líneas rectas en salones y comedores de tamaño reducido.
Mesa redonda o rectangular: ¿Cuál funciona mejor en un espacio pequeño?
Más ligera y práctica, la mesa redonda suele ser la elegida por unanimidad cuando hablamos de espacios pequeños, sin embargo, algunos arquitectos acentúan la sensación de amplitud con líneas rectas.
Una mesa redonda a juego con la alfombra
En principio, este era un piso pensado como inversión de alquiler", dice Cyrielle Benaïm, de Bän Architecture. El plano era un poco complicado, pero daba la posibilidad de hacer una vivienda de dos o tres habitaciones", explica. El propietario eligió la primera opción, con uno de los espacios dedicado al despacho. En el salón, una mesa redonda hace eco a una alfombra circular, creando la atmósfera perfecta y absorbiendo la luz de la ventana.
Una mesa rectangular como juego de perspectivas
En una fábrica de 1900 reconvertida en vivienda, este loft ocupa la cuarta y última planta. La altura bajo el techo abovedado, sostenido por imponentes vigas metálicas, es impresionante: 4 metros. Los diferentes espacios están muy entrelazados, de modo que se pueden ver todos a la vez. Elisabeth Hertzfeld eligió la madera de arce para dar una continuidad lo más fluida posible, en una especie de inversión positiva/negativa de tonalidades. La superficie creada por las dos entreplantas permite abrir al máximo los espacios, distribuidos por una escalera metálica con peldaños de arce macizo; bajo ella, la mesa rectangular encuentra allí el lugar idóneo.
Una mesa negra en un fondo inmaculado
Esta es la historia de un despacho bajo el tejado que su propietaria utiliza para escribir sus guiones, hasta que tiene la oportunidad de comprar la habitación de servicio contigua. Su plan era combinar los dos espacios y crear un pequeño estudio de 25 metros cuadrados con los arquitectos François y Pierre Voirin. La escalera, elemento central del piso, es la piedra angular, el vínculo funcional: "Une los espacios superior e inferior de forma gráfica, casi abstracta. Simboliza la aparente sencillez del proyecto, tras la cual se esconde una gran técnica. Está revestida de blanco, al igual que las paredes y el suelo, un motivo integral que funde los espacios y suaviza sus separaciones, dando la impresión de una superficie homogénea. La mesa redonda encaja perfectamente, jugando con el contraste entre el blanco y el negro.
Una mesa rectangular, pero integrada
Este piso está en un edificio de 2015. "Es muy reciente y sin mucho encanto. Los propietarios querían aportar un espíritu natural y un estilo que les recordara a Nueva York, la ciudad donde vivían antes de mudarse aquí", ex adaptarse a sus necesidades, con madera clara, blanco y el color verde como recuerdo de la naturaleza y las plantas", explica. El comedor, diseñado a medida, incluye una mesa con pata fija y cajones para guardar todo lo necesario para sentarse.
Una mesa redonda frente a una hornacina
Los dueños de esta casa, una pareja de treintañeros, optó por comprar un espacio más pequeño (30 metros cuadrados), pero con una reforma a fondo... y muy meditada. "Hemos engrosado deliberadamente todas las paredes, reduciendo la superficie útil, pero convirtiendo el espacio en hiperfuncional para integrar el almacenamiento", explica la arquitecta Pauline Borgia, de la agencia Atelier Steve. Para que el espacio parezca más grande, la carpintería está secuenciada para airear, puntuar las zonas sólidas y huecas, y crear perspectivas. "Hemos excavado en las paredes, las carpinterías son de cartón yeso, por eso son más gruesas. Engrosar los muros podría llevarnos a pensar que reduciría el espacio, pero en realidad los engrosamos para ahuecarlos, perforarlos, curvarlos, cerrarlos...". Los tonos violeta ayudan a delimitar el espacio sin cerrarlo.