Sin una reversión aparente de esta situación, ni la disposición de ningún espacio político para asumir el costo político, los gobernadores se ven obligados a tomar decisiones cruciales que impactarán en la estabilidad financiera de sus territorios.
Entre la sombra de ganancias y la búsqueda de equilibrio financiero
El panorama financiero de las provincias argentinas para este inicio de 2024 se presenta desafiante, con un descenso del 7,5% en las transferencias automáticas respecto al mismo periodo del año anterior. Este ajuste, agravado por la modificación de septiembre pasado en la reforma de Ganancias, coloca a los gobernadores en una encrucijada: enfrentar un ajuste en el gasto o permitir un aumento del déficit.
La provincia de Buenos Aires, la más afectada en lo que va de enero, experimenta una caída significativa en las transferencias automáticas, intensificando la presión sobre su capacidad financiera. Este escenario, marcado por el retorno de las cuasimonedas, presenta un dilema entre ajustar el gasto, aumentar el déficit o recurrir a mecanismos como la emisión de cuasimonedas para hacer frente a las obligaciones financieras.
En este contexto, emerge la estrategia de Catamarca, que busca coparticipar el impuesto al cheque y el PAIS como una medida para aliviar su situación financiera. Esta iniciativa refleja la creatividad de las provincias ante la necesidad de encontrar soluciones frente a los desafíos económicos y fiscales que enfrentan. Sin embargo, esta búsqueda de alternativas pone de manifiesto la ausencia de un consenso generalizado y la falta de un nuevo mecanismo de compensación que permita afrontar de manera más equitativa y sostenible los desequilibrios generados por la reforma de Ganancias.
En el marco de estas dificultades, la implementación del Bonos de cancelación de deuda (Bocade) por parte de La Rioja esta semana destaca como una respuesta local para hacer frente a las presiones financieras. Este movimiento podría marcar el inicio de una tendencia entre las provincias, evidenciando la necesidad de recurrir a instrumentos no convencionales para lidiar con el desafío de la deuda.
El escenario económico y fiscal de las provincias argentinas en este comienzo de año refleja la complejidad de las decisiones que los gobernadores deben tomar. La disyuntiva entre ajustar el gasto y aumentar el déficit, con la posibilidad latente de recurrir a cuasimonedas o instrumentos similares, plantea un desafío crucial que impactará en la estabilidad financiera y la capacidad de inversión de las regiones. En este contexto, la búsqueda de soluciones alternativas, como la coparticipación del impuesto al cheque y el PAIS, revela la urgencia de encontrar mecanismos más equitativos y sostenibles que permitan afrontar las consecuencias de las reformas fiscales implementadas.
En respuesta a la compleja situación financiera que enfrenta, Catamarca anunciará en las próximas horas dos proyectos de ley destinados a coparticipar el impuesto al cheque y los ingresos generados por el impuesto PAIS. Este ambicioso paso, impulsado por la diputada nacional y ex secretaria de Minería, Fernanda Ávila, busca aliviar la presión económica que la provincia experimenta ante las caídas en las transferencias automáticas y las dificultades generadas por la reforma de Ganancias.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en su último informe, proyectó una disminución del 7,5% en las transferencias nacionales automáticas por coparticipación, leyes complementarias y compensaciones en comparación con el mismo mes del año anterior. Según este análisis, las provincias más afectadas serían Buenos Aires (-11,1%), Salta (-7,8%) y Misiones (-7,4%), evidenciando la magnitud del desafío financiero que enfrentan diversas jurisdicciones.
Sin embargo, el Iaraf también destaca las diferencias entre las provincias, señalando que Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) (-4%), La Pampa (5,5%) y San Luis (-5,6%) experimentarían una menor caída en términos porcentuales. Estas variaciones ponen de manifiesto la disparidad en la forma en que las diferentes regiones del país afrontan los desafíos económicos y financieros.
En este contexto, el planteamiento de Catamarca para coparticipar impuestos específicos se suma a la creciente necesidad de encontrar soluciones innovadoras para garantizar la estabilidad financiera de las provincias. Esta iniciativa, liderada por Fernanda Ávila, busca no solo mitigar los impactos negativos de las reformas fiscales sino también establecer un precedente para la colaboración interjurisdiccional en la gestión de recursos.
La propuesta de Catamarca refleja la urgencia de repensar el actual sistema de distribución de recursos y la necesidad de implementar medidas que permitan a las provincias tener un mayor control sobre sus ingresos. A medida que las transferencias automáticas muestran una caída del 7,5% en términos reales, el desafío para las jurisdicciones se vuelve aún más apremiante, exigiendo respuestas creativas y coordinadas para garantizar la estabilidad económica en el panorama fiscal actual.
El análisis detallado de la merma en las transferencias automáticas nacionales revela una realidad preocupante para varias provincias argentinas, destacando la situación de Jujuy como una de las más afectadas. La dependencia significativa de estos fondos en algunas jurisdicciones, especialmente en Jujuy, Santiago del Estero y San Juan, evidencia la vulnerabilidad de sus ingresos frente a las fluctuaciones en las transferencias automáticas.
Jujuy, en particular, enfrenta un descenso del 5,2% en sus ingresos totales debido a la caída del 7,5% en las transferencias automáticas nacionales. Este impacto se suma a la difícil situación que ya experimentaba la provincia, agravando la disyuntiva entre reducir el gasto en proporción equivalente o incrementar el déficit durante el presente año. La magnitud de esta disminución destaca la urgente necesidad de encontrar soluciones efectivas y sostenibles para estabilizar las finanzas de Jujuy y otras jurisdicciones en una situación similar.
Por otro lado, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Neuquén y Chubut, con niveles de autonomía más altos, muestran una menor dependencia de las transferencias automáticas nacionales, con descensos en sus ingresos totales del 0,4%, 1,3% y 2,2% respectivamente. Estas jurisdicciones, al tener una mayor capacidad de gestión sobre sus recursos, enfrentan de manera más resiliente las fluctuaciones en el financiamiento nacional.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) advierte que, de mantenerse esta dinámica de la coparticipación, las provincias se verán confrontadas con la difícil tarea de tomar decisiones entre reducir el gasto o incrementar el déficit. Este escenario, que afecta a diversas jurisdicciones, subraya la necesidad de abordar de manera integral la distribución de recursos y establecer mecanismos que aseguren una mayor estabilidad financiera para provincias como Jujuy, donde la caída en los ingresos puede tener consecuencias significativas en su capacidad de inversión y en la calidad de los servicios públicos ofrecidos a sus ciudadanos.
La sombra de la reforma de Ganancias sigue proyectándose sobre las finanzas de las provincias argentinas, con un impacto significativo que se tradujo en una caída de casi el 14% en las transferencias automáticas a lo largo del año pasado. Este descenso, en términos reales, marcó un desafío adicional para las jurisdicciones locales, afectando su capacidad financiera y generando un complejo escenario para el inicio de 2024.
A pesar de la difícil situación financiera que enfrentan las provincias, la anticipada reversión de la ley sancionada por el Congreso para 2024, proyectada para aportar un 0,4% del PBI en recaudación, aún no se ha materializado. La falta de avance en este proyecto, que el presidente Javier Milei había adelantado, deja a los gobernadores en una situación de incertidumbre, ya que la compensación esperada no se ha concretado como una solución inmediata a sus problemas financieros.
En este contexto, los gobernadores miran con expectativas la posibilidad de compensación a través de la coparticipación del impuesto al cheque y los ingresos por el Impuesto PAIS. Sin embargo, esta medida, aunque busca aliviar la situación financiera de las provincias, choca directamente con la hoja de ruta establecida por el Palacio de Hacienda. La búsqueda de equilibrio entre las necesidades de las provincias y los compromisos nacionales agrega una capa de complejidad a la gestión de recursos y plantea desafíos adicionales para alcanzar las metas de superávit primario del 2% del PBI establecidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La ausencia de avances en la reversión de la ley y las tensiones entre las demandas de las provincias y las metas nacionales delinean un panorama financiero incierto. Los gobernadores se ven atrapados entre la necesidad urgente de estabilizar sus finanzas y el desafío de cumplir con los compromisos internacionales, destacando la importancia de encontrar soluciones consensuadas que aborden de manera integral las complejidades del sistema fiscal y financiero argentino.