“¿Qué futuro nos espera si las nuevas generaciones no pueden alimentarse bien?”, se pregunta el referente de la UTEP Jujuy, Walter Méndez, durante su visita a Sobremesa (Canal 2). No es retórica, es una observación fiel a la realidad, elaborada una persona que ve una profundización de la pobreza y el hambre que padecen sus vecinos.
UTEP Jujuy reafirma: "9 de cada 10 hogares en barrios populares sufren inseguridad alimentaria"
Organizaciones sociales siguen interpelando al gobierno provincial para que reaccione frente a la pobreza y los problemas nutricionales que padecen miles de jujeños. La Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular contaba con 25 merenderos en San Salvador hasta hace poco, actualmente funcionan 6.
Desde el plano nacional hasta los funcionarios de primera línea locales, Méndez entiende que las políticas públicas empleadas tienden a la devaluación permanente y debilitamiento en el poder de compra, desplazando a los asalariados de clase media, incluso hasta los niveles de empobrecimiento más profundos.
Muchas encuestas dan cuenta de la realidad, esos números incluso están desactualizados, no hay indicio de mejora más allá de la esperanza, pero no está sustentada en ningún dato real.
No ha habido una política que le de valor al salario o genere ingresos, a nivel nacional Petovello se guarda la mercadería, pero acá en Jujuy no hay políticas públicas, hemos tratado de abrir el dialogo con Marta Russo pero se gobierna sin pedir opinión… El pueblo tiene claro lo ocurrido con la reforma inconstitucional, se gobierna unilateralmente, en este momento es Sadir ostenta el poder con su círculo de funcionarios… Hay una propuesta de Ley de Emergencia donde no se enumera la situación alimentaria.
Aunque fue reclamado por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular y muchos otras organizaciones hermanas, la demorada Ley de Emergencia Pública se involucraría con un temario amplio pero que no destaca por la contención social.
Resulta paradójico a primera vista, pero Méndez reconoce que los miembros de UTEP tienen más trabajo que nunca, pero esto se debe a la necesidad de salir a buscar por cuenta propia otras changas, a los fines de cubrir sus gastos y ayudar para el sostenimiento de los espacios que administran. El empleo registrado en Jujuy no ha tenido variaciones en la cantidad de puestos desde hace varios años, siendo el Estado el principal empleador y allí también hay una severa precarización salarial.
De los 25 comedores y merenderos que UTEP administraba en capital, solo 6 están operativos actualmente debido a la falta de financiación. Por disposición del gobierno nacional, los planes sociales Potenciar Trabajo, que eran una fuente de ingreso para los colaboradores quienes sostenían las estructuras, fueron despegados del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) quedando en $78.000 un monto surrealista para las necesidades de la institución.
“Ellos vendían pizzas y empanadas, pero no es suficiente para sostenerlo. La gente está vendiendo lo mismo para sostenerse ellos”, amplía Méndez sobre las vías alternativas para poder costear los gastos que requiere mantener esos espacios. Como consecuencia muchas familias han debido adaptar sus hábitos alimenticios, incluso suprimir comidas diarias.