Maira Zelaya, propietaria de un local del rubro, señaló que con respecto al año pasado hubo un incremento de casi 100% en el precio de los insumos, lo que se traslada al precio de la indumentaria que ofrece.
“Aumentó casi 100% el precio de los insumos, lo que hizo que aumentemos el nuestro. El año pasado una remera que costaba entre $800 y $1.000, si se quiere comprar por mayor, cuestan desde $800 hasta $950 según el color y tamaño. A eso le tenemos que sumar el costo de sublimación”.
Desde el Jueves de Comadres la demanda por este tipo de indumentaria comienza a aumentar, y se venden principalmente remeras, banderas y gorras. Los costos varían de acuerdo a la calidad de la tela, el material que se usará, la cantidad de estampado y sublimado. Todas las técnicas son diferentes, y las remeras básicas tienen un costo mínimo de $1.500, señaló la empresaria.
“Van desde $1.500, $2.000 y $2.500. Las más caras suelen ser las remeras de algodón estampadas con vinilo o serigrafía, o bordadas. De acuerdo al talle, cuestan desde $3.500 en adelante”.
Ni los carnavaleros se salvan: aumentó el precio de remeras y banderas
El incremento no solo se debe a que los insumos con los que trabajan son importados, sino que también se cerraron las importaciones y cuesta conseguir papel, tinta, vinilo y lona para banderas. Si se consiguen, son costosos, por eso se buscan otros proveedores para tratar de mantener el precio.
“Hasta octubre cobrábamos la impresión del metro cuadrado de lona $2.500. Este año $3.600 y pasa a $4.600 el vinilo”.
Los precios, de acuerdo a Zelaya, influyen en la demanda, y su clientela fija incluso elige comprar la ropa a precios más baratos y llevarla solo para sublimar, estampar o bordar.
"Se traslada todo al consumidor, es imposible no hacerlo".