Luego de meses de negociaciones, el entendimiento entre las partes llegó en la antesala del primer vencimiento de deuda que tenía la Argentina, el que comprometía un desembolso superior a los 700 millones de dólares.
El presidente habló desde un atril situado en la Quinta de Olivos, en donde brindó durante 4 minutos 30 segundos, lineamientos generales del resultado de las negociaciones que afrontó junto al ministro de economía, Martín Guzmán.
Anuncio sobre las negociaciones con el FMI
Según lo expresado por el presidente en un párrafo central de su discurso, el pacto no compromete saltos devaluatorios, caída en el gasto real, una reforma laboral ni en ajuste en las jubilaciones. Tampoco intervención en los servicios públicos ni obligación de avanzar hacia una reducción drástica del déficit.
“Teníamos una deuda impagable. Ahora tenemos un acuerdo razonable que nos permite crecer y cumplir a través de nuestro crecimiento”, sintetizó el presidente.
A partir de ahora, tanto el directorio del Fondo Monetario Internacional, con la opinión de los países que lo componen, como el Congreso de la Nación, deberán refrendar el entendimiento que surgió de las negociaciones entre el ministro Guzmán y los técnicos del FMI.
“Debemos crecer y honrar nuestras obligaciones al mismo tiempo que hacemos una Argentina más justa”, dijo el presidente, al tiempo que subrayó que el gobierno avanzará “en ordenar las cuentas públicas”.
Finalmente agregó: “La historia juzgará quién hizo qué. Quién creó el problema y quién lo resolvió. Los invito a mirar el pasado sin olvidar el presente. Había un problema urgente, ahora tenemos una solución, posible y razonable. Es tiempo de unirnos en las soluciones y no dividirnos en los problemas”.