Los dispositivos de control y auditoria que existen en el país apuntan a lograr una gestión más transparente en los gobiernos, pese a que no garanticen la existencia de hechos de corrupción.
Transparencia en la política: "Es necesaria la mejora continua de dispositivos anticorrupción"
Guillermo Schweinheim, doctor en sociología, advirtió que los sistemas de control y auditorias en las gestiones de gobiernos requieren una revisión, aunque consideró que eso no garantiza un mejor comportamiento y transparencia por parte de la dirigencia.
Guillermo Schweinheim, doctor en sociología, en una entrevista brindada a Sobremesa de Canal 2, explicó los procesos en que fueron mutando los dispositivos de control a lo largo de las gestiones y los mecanismos que existen actualmente.
Según detalló, “la trasparencia apareció en el mundo allá por los años 90, anteriormente no era una cuestión significativa a nivel global. Algunos hechos como el caso Enron y la alteración de los estados contables de esa empresa que provocaron una crisis importante en Wall Street y que determinó nuevos criterios de control interno, más los procesos de cambio tan acelerados que hubo durante los años 90 en América Latina, instalaron la cuestión de la transparencia o anticorrupción a mediados de esa década, es decir que llevamos unos 30 años de instalación del problema”.
En un principio, explicó que el tema de la transparencia se instaló en la agenda pública y se comenzó por apuntalar a través las declaraciones juradas de los funcionarios. “Después del 2010, ya con el acceso a la información y trasparencia publica activa se podía trabajar de otra manera; en 2016 Argentina recién tuvo una Ley de acceso a la información pública por lo tanto las organizaciones de la sociedad civil a nivel internacional empezaron a instalar este tema recién hace unos 30 años”.
En paralelo, mencionó que el avance hacia la transparencia fue progresivo en Argentina. “En su momento hubo una Ley de Ética Pública con Menem, una oficina de Ética que después se trasformó en oficina Anticorrupción, luego vino la Ley de Responsabilidad Penal Empresaria que se aceleró a raíz de la causa de los cuadernos. Es decir que los dispositivos públicos que hoy tenemos surgen de la interacción entre expertos en transparencia y los políticos”.
Admitió que la democracia y los sistemas de control anticorrupción requieren una revisión, por cuanto “es importante la mejora continua de los dispositivos no solo de transparencia y anticorrupción sino también los de auditoria interna y externa, aunque nada de eso nos garantiza que tangamos un mejor comportamiento y transparencia por parte de la dirigencia”.
“Se requiere mucha decisión, liderazgo, y años de ejemplo de gobiernos que sucesivamente no se vean involucrados en escándalos de corrupción como para generar incentivos en la población a un comportamiento distinto, porque es un problema que se retroalimenta”.
Apuntalar la Educación en valores
Schweinheim hizo hincapié en la importancia de fortalecer la educación en valores y buenos comportamientos y para ello es fundamental trabajar desde el hogar y con el entorno barrial. “El aprendizaje de valores no solo se da en la escuela, sino en las familias, en la comunidad”.
Por otra parte, se refirió a la formación en las universidades públicas, de donde egresa la gran mayoría de la dirigencia política. “La mayoría de la dirigencia se forma en universidades públicas y una parte significativa de esa dirigencia pasó por los centros de estudiantes de modo que gran parte del comportamiento de los políticos, incluso el manejo de recursos y fondos, también se aprendió en esa etapa. Hoy sigue estando cuestionada la transparencia en el manejo de fondos universitarios, y por el cual hay un fuerte debate público”.