“Antonio Cafiero solía decir que quien sueña solo, solo sueña. Pero quien sueña con otros puede cambiar el mundo ¿Saben lo que les pido, compañeros? No me dejen soñando solo con la utopía de la igualdad”, planteó el primer mandatario.
Lo dijo el miércoles, durante un acto en Mendoza en el que se mostró junto a Sergio Massa, en un contexto de rumores acerca de un supuesto mal momento que se vive en la relación entre el Presidente y el ministro de Economía. Horas atrás, de hecho, Malena Galmarini, titular de AYSA y esposa del tigrense, habló de operaciones provenientes de la Casa Rosada.
El Presidente completará una semana cargada de actividades de alto perfil, porque el viernes y el sábado participará de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno, en Santo Domingo, República Dominicana. No estará en la Argentina para el 24 de marzo, fecha en que La Cámpora impulsa una multitudinaria marcha para romper la llamada “proscripción” de Cristina Kirchner.
El Presidente sostiene así su estrategia en la interna del Frente de Todos: mostrar “gestión”, no confrontar directamente con el kirchnerismo y mantener firmes sus ambiciones electorales. Por ahora no da ninguna señal que pueda inferir que se baje de la competencia y eso no hace más que generar malestar en los jerarcas de La Cámpora, que insisten en propulsar el “operativo clamor” por la Vicepresidenta.
Ante los embates del kirchnerismo, Alberto responde a través de sus “voceros” como el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que le envía fuertes mensajes al plantear: “Ni sueñen con que el Presidente se va a correr”, y de acusar a la organización liderada por Máximo Kirchner de tener un “pésimo prestigio”.
A la tensión entre Alberto y CFK se suma la pelea con Massa, que acusa a la Casa Rosada de impulsar “operativos de desgaste” en su contra, con duras recriminaciones al Presidente.
En paralelo, el jefe de Estado mueve más fichas se dispone a poner en marcha el Consejo de la Economía Social, un gesto a los movimientos sociales oficialistas como el Evita o Barrios de Pie. Se sabe que el apoyo de esos sectores es fundamental teniendo en cuenta su influencia en la Provincia de Buenos Aires.