Un intendente se bajó el sueldo y desencajó al oficialismo
"Morales me felicitó, pero hay algunos que son más papistas que el papa", dijo Adrián Mendieta, jefe comunal de El Carmen, tras la lluvia de críticas por parte de integrantes del gobierno a raíz del recorte del 10% anunciado en su sueldo y en el de sus funcionarios.
El gesto parece haber pegado en la línea de flotación del oficialismo. Mientras la clase política en Jujuy resiste el recorte en sus propios salarios - que están por encima del promedio en la provincia- y otros privilegios, un intendente de un partido de oposición recogió el guante, correspondió el pedido realizado por el propio presidente Mauricio Macri y anuncio un gesto concreto de austeridad.
En un acto oficial, el intendente de El Carmen, Adrian Mendieta, anunció que tanto el como sus funcionarios y ediles de la fuerza política a la que pertenece, se reducirían su salario en un 10 % lo que permitirá ahorrar un millón de pesos al cabo de un año, suma que se destinará para mejorar el parque automotor.
Tan solo días después, otros dos municipios anunciaron medidas similares: En Libertador, los funcionarios acordaron destinar del 7% al 10% de su salario a un plan de emergencia mientras que en Caimancito el aporte solidario significa el 15% del sueldo de los funcionarios.
Sin embargo, desde el oficialismo hubo fuertes críticas a quienes tildan de "demagogos".
Tanto el vicegobernador Carlos Haquim como el secretario de Asuntos y Relaciones Municipales, Diego Rotela, calificaron la decisión de reducir los salarios de los funcionarios como una medida demagógica.
En diálogo con la prensa Mendieta se mostró desconcertado por tales declaraciones y afirmó: "el gobernador me felicitó por la medida el domingo y pidió que otros la imiten"
Las expresiones de Mendieta surgen luego de una semana en donde en forma pública y reservada recibió críticas por su decisión.
Sin embargo, la reacción negativa parece haber surgido sólo en la clase dirigente y en funcionarios que integran el microclima político en la provincia.
Un simple recorrido por las reacciones en redes sociales permite ver que la decisión de Mendieta navega entre los elogios y, en el peor de los casos, el escepticismo. Pero en ningún comentario puede advertirse un rechazo a la medida.
El gobierno de la provincia, mientras, dilata el debate y en algunos casos, defiende abiertamente sus privilegios.