En la oportunidad, Gustavo Ontiveros comentó que “hay una política mundial de un ataque hacia el agua disfrazada de política contra el cambio climático, que se aplica de la peor manera en Argentina y Jujuy. Hay más sequía y traslado de las comunidades a las ciudades, pastores agricultores que tienen que migrar, forman bolsones o barrios pobres. Estamos a favor del agua y la vida y queremos que la gente continúe viviendo en su lugar y de la manera en que vivieron sus ancestros y quieren vivir ellos”.
“Los sueños faraónicos de los gobernantes están en generar muchos dólares, no para los jujeños sino para empresarios extranjeros, en tener cada día más poder. Esos sueños faraónicos no tienen en cuenta la realidad que tienen no solamente los ciudadanos que viven en las grandes ciudades, sino aquellos que viven en las comunidades, que no se benefician con los proyectos del Estado provincial, o no se beneficiaron. Más bien los sufren con despojos, desalojos, la toma indiscriminada de agua de parte de empresas y emprendimientos del Estado. De a poco en las legislaturas, concejos deliberantes y congreso menoscaban el derecho indígena a la vida al agua”.
“Lo que quieren el Estado argentino y jujeño es que no existan las comunidades, por eso también hacemos la caminata, en repudio de esas resoluciones o decretos y leyes”.
“Seguimos denunciando el daño que se hace no solo a través de la minería, sino a través de otros proyectos como paneles solares. El gobierno provincial se ocupa solo de sus sueños faraónicos”.