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Accidentes laborales sin fronteras: comparativa entre Argentina y Estados Unidos

Tanto en Argentina como en Estados Unidos, el debate sobre cómo prevenir y reparar el daño por accidentes laborales sigue siendo central, pero las respuestas institucionales difieren en forma y profundidad.

Los accidentes laborales son una de las formas más visibles de vulnerabilidad dentro del mundo del trabajo. Aunque las estadísticas, los marcos legales y las condiciones varían según el país, la exposición al riesgo y la necesidad de una protección efectiva del trabajador son universales. Tanto en Argentina como en Estados Unidos, el debate sobre cómo prevenir y reparar el daño por accidentes laborales sigue siendo central, pero las respuestas institucionales difieren en forma y profundidad.

Contrastes en el abordaje legal y estructural

En Argentina, el sistema de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) establece una cobertura obligatoria para las empresas, que deben asegurar a sus empleados frente a enfermedades y accidentes laborales. Si bien este sistema ha logrado avances significativos en cobertura, también ha sido blanco de críticas por la demora en los pagos, la falta de seguimiento adecuado en algunos casos y las desigualdades en el acceso a peritajes independientes. Según el Informe de Accidentabilidad Laboral 2021 publicado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, se registraron más de 446.000 accidentes laborales en total, incluyendo tanto los casos que requirieron ausentarse del trabajo como aquellos en los que el trabajador pudo continuar con sus tareas.

En Estados Unidos, en cambio, no existe un sistema único. La legislación varía por estado, y aunque existen leyes de “Workers’ Compensation”, la respuesta depende en gran medida del empleador, el seguro contratado y la jurisdicción. En muchos casos, el acceso a una compensación justa requiere la intervención de abogados especializados, lo que puede convertir el proceso en una batalla desigual para trabajadores de bajos recursos o migrantes.

Por ejemplo, en California, donde los casos suelen ser complejos y los procedimientos extensos, algunas firmas con enfoque especializado en lesiones laborales en California—como las que integran abogados de trayectoria en defensa de trabajadores latinos, entre ellas MSD Lawyers— han ganado visibilidad por su rol activo en la protección de derechos en entornos legalmente fragmentados.

¿Qué tienen en común?

A pesar de las diferencias institucionales, ambos países comparten una constante: los trabajadores más vulnerables —ya sea por su nivel de ingresos, su nacionalidad o su tipo de contratación— son los que más sufren las consecuencias de un accidente en el trabajo. Y también coinciden en otro aspecto: las estadísticas oficiales suelen ocultar una parte del problema, ya que los casos no denunciados o mal registrados siguen siendo frecuentes, especialmente en sectores como la construcción, el trabajo rural y el empleo informal.

Lo que se puede aprender cruzando fronteras

Comparar ambas realidades permite pensar soluciones más amplias. En Argentina, podría fortalecerse el acceso a representación legal independiente y gratuita para los trabajadores accidentados, evitando que queden atrapados en laberintos burocráticos. En Estados Unidos, el foco podría estar en garantizar una base mínima de derechos uniforme a nivel federal, que impida que el código postal determine el nivel de protección frente a un accidente.

Ambas naciones tienen experiencias, errores y logros que pueden iluminar el camino de la otra. En ese cruce, donde el dolor de un accidente no distingue idioma ni bandera, se abre una oportunidad para repensar políticas que realmente prioricen la vida, la salud y la dignidad de quienes trabajan.

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