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34 años después de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades, los datos revelan problemas de las personas con discapacidad

El 25 de julio marca el 34º aniversario de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades, diseñada para garantizar que las personas con discapacidades en Estados Unidos reciban protección equitativa.

Inspirada en la Ley de Derechos Civiles de 1964, esta legislación asegura igualdad de acceso a los servicios gubernamentales, educativos, edificaciones, empleadores privados y establecimientos comerciales. No obstante, algunos activistas por los derechos de las personas con discapacidades señalan que la ley no ha sido suficientemente efectiva en su protección.

Según los datos más recientes del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), un cuarto de los adultos en el país informa tener una discapacidad, sumando más de 70 millones de personas. El CDC define la discapacidad como una condición física o mental que dificulta realizar ciertas actividades e interactuar con el mundo. Existen diversos tipos de discapacidades que pueden afectar la visión, movilidad, memoria, aprendizaje, comunicación, audición, salud mental o relaciones sociales.

Los datos del CDC indican que la prevalencia de discapacidades es mayor entre las personas mayores de 65 años comparado con las generaciones más jóvenes, con un 43.9% de este grupo reportando discapacidades. Entre todas las razas y etnias, los indígenas americanos o nativos de Alaska y las personas de razas mixtas o “otras” presentan las tasas más altas de discapacidad, ambas con un 38.7%.

Sin embargo, los estadounidenses con discapacidades enfrentan barreras significativas para acceder a la atención médica. El CDC descubrió que el 25% de los adultos discapacitados entre 18 y 44 años no cuentan con un proveedor médico fijo, y otro 25% dice que sus necesidades médicas no se han cumplido por razones económicas. Casi el 17% de las personas discapacitadas entre 45 y 64 años reportaron no haberse sometido a un chequeo de rutina en el último año. Aunque la Ley de Estadounidenses con Discapacidades ha facilitado servicios accesibles para personas con discapacidades, especialistas afirman teniendo en cuenta datos como los del CDC que no ha eliminado todos los prejuicios hacia ellas.

Esto pareciera señalar que el sistema de salud estadounidense es deficiente, con falencias estructurales en las instituciones médicas. Por ejemplo, según una investigación del "New York Times", los hospitales caritativos aparentemente sin ánimo de lucro acaban endeudando a pacientes pobres que podrían haber recibido tratamiento gratuito, al mismo tiempo que se benefician de ventajas fiscales. El mismo informe explica que , algunos hospitales, a pesar de tener reservas de efectivo de miles de millones de dólares, reducen deliberadamente su personal, debilitando la atención a los pacientes.

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