Jujuy | Gobierno ¿abierto? |

Transparencia: en qué se parecen Fellner y Morales

La gestión actual, al igual que sus antecesores, incumplen dos artículos de la ley de administración financiera, claves para conocer cómo se gastan los dineros públicos; la izquierda ingresó un pedido de informe a la Legislatura para forzar su cumplimiento.

Transparencia y gobierno abierto son los valores que más utilizó el gobierno de Gerardo Morales para diferenciarse de sus antecesores, liderados por Eduardo Fellner, a quienes el mandatario actual acusó en reiteradas ocasiones de corruptos. 

Sin embargo, pese a que hubo avances puntuales en la materia, la utilización de los fondos públicos y las contrataciones que realiza el estado siguen siendo una usina de sospechas que los funcionarios no se esfuerzan por desarticular.

Según el artículo 44 de la ley 4.958 de administración financiera, la dirección provincial de presupuesto debe evaluar, en forma periódica, la ejecución de los presupuestos de la administración provincial. Esto es, observar cómo gasta cada área de gobierno el dinero del que dispone. 

Se desconoce si esto ocurre, ya que el gobierno no informa si este mandato legal efectivamente se cumple. 

El artículo 103 de la misma norma, en tanto, establece que la administración debe ser auditada y que los resultados tendrán que ser informados a la opinión pública. 

Nada de esto ha ocurrido hasta el momento durante la gestión de Morales, ni ocurría antes durante el gobierno de Fellner. 

Un especialista y conocedor de las finanzas públicas de la provincia como el ex ministro de hacienda Juan Ljungberg se encargó de remarcar que sin la publicación de los estados de ejecución presupuestaria es difícil evaluar la eficiencia del gobierno en la administración de las finanzas provinciales.  

Sólo por citar un ejemplo, en otras provincias del país, cómo Córdoba, esta exigencia legal sí se cumple y aporta claridad a la hora de juzgar el desempeño de cada área. 

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El sitio web denominado “portal de transparencia” le muestra a los cordobeses el presupuesto con el que cuenta cada ministerio y cuánto lleva ejecutado, con la posibilidad de discernir si se trata de obras, servicios o programas. 

Por otro lado, el Índice de Transparencia Presupuestaria Provincial que elabora anualmente el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) ubica a Jujuy en puesto 12º del ranking correspondiente a 2017. 

Precisamente, la falta de publicación de los estados de ejecución presupuestaria determina la pérdida de puntos para la calificación final que definen los investigadores Walter Agosto y Pablo Carreras Mayer para la ONG dedicada al estudio de las políticas públicas en el país. 

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En Jujuy, es difícil conocer con precisión los recursos con los que cuenta cada ministerio, y mucho más la forma en que se los emplea. 

El 4 de junio de este año el secretario de planificación del ministerio de infraestructura, Ramiro Tejeda, aseguró no conocer el presupuesto total de la cartera a la que pertenece, paradójicamente, durante una conferencia en la que había convocado a la prensa para realizar una reseña de las obras que el gobierno mantiene en ejecución. Una respuesta similar se repite en cada área. 

Ante este cuadro y en un contexto de ajuste a nivel nacional que redunda en discusiones salariales en el ámbito estatal, el diputado provincial del Frente de Izquierda, Iñaki Aldasoro, ingresó a la Legislatura un pedido de informe en el que remarca la falta de publicación de los estados de ejecución presupuestaria en los tres primeros trimestres de 2018 y le exige al Poder Ejecutivo que brinde precisiones. 

En su solicitud, Aldasoro reclama información sobre la recaudación, Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y los fondos recibidos desde el Plan Belgrano, que según documentación a la que accedió Jujuy al momento, constituyen más de 12 mil millones de pesos en menos de tres años. 

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El oficialismo se comprometió al inicio de la gestión a responder los pedidos de informe de la oposición, aunque esa postura ha cambiado en el último periodo.

Al igual que el discurso de la transparencia y el slogan de gobierno de abierto. 

 

 

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