El pueblo de El Carmen venera fervientemente a su Patrona, y en julio se prepara para honrar a “La Virgen del Carmen”. Bajo el lema "En Julio, la fe vive en El Carmen", cada año el pueblo jujeño homónimo celebra las fiestas patronales.
El origen de esta devoción fue transmitido en forma oral a través de los años. El Sr Bernardo Espinosa de los Monteros al tomar posesión de las tierras que heredó su esposa, doña María Francisca Martínez de Iriarte de su padre el Gral. Don Diego Tomás Martínez de Iriarte, lo hizo en nombre de la Santísima Virgen del Carmen.
Todos los años, la noche previa al 16 de Julio, se realiza la Serenata en Honor a la patrona del pueblo. Días antes también se realiza una peregrinación en las aguas de los diques. Los fieles la acompañan en catamaranes y lanchas, andando sobre los espejos de agua de La Ciénaga y Las Maderas, todo ornamentado de colores celeste, blanco y amarillo. En virtud de la pandemia, este año la peregrinación fue en vehículos. Los gauchos custodian a la Virgen durante un recorrido a caballo de 4 kilómetros hasta la Parroquia local, donde campanas y pañuelos le dan la bienvenida a su amada patrona. Esta particular manera de celebrar la Fiesta Patronal, es encabezada por una imagen de la Virgen de El Carmen tallada en madera que fue traída de Perú un 16 de Julio de 1753, pedida por Don Bernardo, nombrándola patrona de sus tierras.
Fervientes devotos de la Santísima Virgen, Don Bernardo y su familia, se encargaron de propagar la devoción entre los moradores del pueblo. Los oradores de la región transformaron el oratorio en algo público.
En 1848 se erigió en Parroquia, siendo su primer párroco el Padre Justo P. Bárcena, quien fundo ese mismo año la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen.
El 16 de julio de 1957 la bendita imagen legada al pueblo por Don Bernardo Espinosa de los Monteros fue coronada en un acto presidido por el Sr. Obispo de Jujuy, Monseñor Víctor Enrique Mühn y con la bendición de su Santidad el Papa Pío XII.
