Luego de que se conociera la denuncia de que dos empleadas fueron despedidas simplemente por “hablar con un vocal opositor”, nuevos cuestionamientos llegaron en contra de la radical Gabriela Flores. Señalaron que no rinde cuentas, que ya tiene una deuda de 10 millones de pesos y que concreta “sesiones secretas”.
Karina Zambrano y Vilma Cunchila son dos empleadas de la comisión municipal de Uquía que fueron cesanteadas, según denuncian de manera irracional e injustificada.
Se mostraron consternadas por la situación y revelaron que la comisionada Gabriela Flores, de la Unión Cívica Radical, las despidió únicamente “por hablar con un vocal de la oposición” fundamentando que “atentan contra su gestión”.
Tras hacerse pública esta situación, en Radio 2 se le consultó al vocal local Josué Aquino quien remarcó que lo ocurrido es solo una de tantas irregularidades que involucran a la funcionaria.
Contó que desde que asumió, hace solo dos meses, encontró inconvenientes y casusas en su contra por tratar de controlar la gestión pública.
Señaló además que Flores ya endeudó a la comisión por más de 10 millones de pesos, además de que no rinde cuentas y que concreta “sesiones fantasmas.
El relato del vocal de Uquía:
“Este es uno de los numerosos casos irregulares que hay en la comisión municipal de Uquía, yo asumí hace poco más de un mes y mi asunción fue dilatada justamente para evitar el control que debe hacer el Poder Legislativo. Al día de haber asumido yo se produjo un hecho de público conocimiento, un camión que estaba su conductor en estado de ebriedad por lo que hice un pedido de informe. A todo esto tengo que decir que en la comisión municipal están cobrando sin sesionar, porque no está sesionando hasta ahora. Es el único cuerpo del país que no trabaja.
En esa sesión sorpresivamente intentaron suspenderme, sin dejarme el uso de la palabra. El motivo era que yo había hecho el pedido de informe y había hablado mal de la secretaria de la comisión. Deciden suspenderme por dos votos, sin llegar a los dos tercios, para que no haga el control. Entonces estos dos despidos que se conocieron se suman a la gravedad institucional producto del desmanejo de Graciela Flores que es una vocal y ella se autonombra comisionada. A escasos 2 años de vida de la creación de la comisión municipal ya está endeudada por más de 10 millones de pesos, por irresponsabilidades.
Hacen sesiones secretas y también van a ser denunciadas, a mi como vocal me tienen que notificar de sesiones y no lo hacen. En Uquía no se sesiona periódicamente. No hay rendición de cuentas de nada. La comisión municipal trabaja sin presupuesto. Esta señora maneja la comunidad como si fuera su casa”.
