- El CAPS de Aguas Calientes no puede contener la demanda y la cantidad de turnos diaria es insuficiente, según los vecinos.
- Para poder atenderse deben pasar la noche en el lugar ya que sin turno no serán recibidos.
- Como alternativa viajan hasta la localidad salteña de Güemes.
Por la escasez de turnos médicos, vecinos de Aguas Calientes se atienden en Güemes
El Centro de Salud de la localidad tiene serias limitaciones para dar cobertura a la población de la zona. Imposibilitados para conseguir atención médica en su pueblo, los residentes deben pagarle a personas que les reserven un lugar la noche anterior o viajar a la vecina provincia.
María Velázquez, vecina de la localidad de Aguas Calientes, compartió con nuestro medio su preocupación y las dificultades que enfrentan los habitantes para acceder a atención médica adecuada en el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) local. Según relató, la falta de turnos, la escasa infraestructura y la insuficiencia de recursos generan dificultad entre la población que se ve obligada a trasladarse a otras localidad o incluso fuera de la provincia para obtener atención médica de calidad, aún cuando no se trata de urgencias.
“Uno tiene que madrugar para sacar turno, a partir de las 4:00 de la mañana. En el puesto de salud solo dan 15 números y el dentista solo cuatro por familia. Esos números no alcanzan porque la población es mucha y la demanda es constante”, explicó Velázquez, quien detalló que este problema afecta principalmente a los más vulnerables, como los niños, quienes están sufriendo permanentes cuadros de gastroenteritis, aparentemente causado por el agua.
El acceso a la atención no solo se ve limitado por la cantidad de turnos, sino también por la necesidad de llegar con antelación al CAPS, la demanda supera ampliamente la disponibilidad del personal, al punto que la gente pasa la noche en vela para ser atendida el día siguiente “A veces, los jóvenes se encargan de sacar los turnos, les pagan $10.000 pesos por cada turno que consiguen”, indicó la vecina, resaltando la informalidad del sistema y las consecuencias para las familias de bajos recursos.
Tal nivel de desborde ha llevado a muchas personas a recurrir a otras localidades, principalmente a Güemes, que se encuentra a 20 minutos en auto. Pero esta opción también implica un gasto adicional para quienes no disponen de movilidad propia “Los remises también hacen su negocio. A veces quieren cobrar 15.000 o 20.000 pesos por el viaje”, reconoce Velázquez, destacando que no son pocos los vecinos que están dispuestos a pagar ese precio con tal de recibir atención médica de calidad, aún si deben omitir su domicilio y fingir que están radicados en Madre Vieja.