Polémica por la "crucifixión" de un niño en Humahuaca
La particular forma de protestar del padre Jesús Olmedo, sacerdote de la parroquia de Humahuaca, generó revuelo cuando apareció un nene de 9 años atado a una cruz; hubo gente que se mostró disconforme con la aparición del menor, aunque su familia minimizó el hecho.
El Padre Jesús Olmedo se hizo conocido en los años noventa por una particular forma de protesta.
En desacuerdo con las injusticias sociales y revindicando derechos para los más humildes, el sacerdote de la parroquia de La Quiaca, emula periódicamente el sacrificio realizado por Jesucristo en la cruz para la redención de los pecados del mundo, de acuerdo a la tradición católica.
Hasta ahí, si bien la irrupción del padre Jesús en escena no deja de ser un síntoma de la delicada situación social, la noticia de la crucifixión simbólica en Humahuaca no contenía ningún hecho que no se haya producido antes.
Sin embargo, la aparición de un nene de tan sólo 9 años llamó la atención de los que ocasionalmente presenciaron la escena y no tardó en generar una polémica.
Al parecer, la criatura se asustó al verse atado en las alturas, amarrado al poste que simbolizó la cruz y rompió en llanto.
No tardó en aparecer gente indignada por la situación. Tampoco quienes pretendieron vincular la organización de la particular protesta del padre Jesús con el gobierno y las autoridades del Ministerio de Educación.
Lo cierto es que estas apreciaciones generaron la molestia en la madre de Gastón, en el niño en cuestión, quien asegura haber dado el consentimiento para que su hijo suba a la cruz y remrcó que se mantuvo a su lado todo el tiempo acompañándolo.
Según el testimonio de un periodista del lugar y la propia madre, Teresa Mamaní, el niño se había mostrado entusiasmado por la posibilidad de participar. Su mamá asegura haberlo acompañado en todo momento y que estuvo "en la cruz" solo unos minutos y no la cantidad de tiempo que expusieron.
El hecho de por sí es polémico, por la exposición de un niño un método de protesta que, aunque conocido en el norte, no deja de contener una fuerte carga simbólica.
