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Contra la "fatiga mental" recomiendan conservar rutinas de sueño, alimentación y ejercicio físico

La pandemia por coronavirus generó una serie de cambios bruscos en nuestros hábitos y en nuestra forma de vivir y en este contexto de cambios de rutina, uno de los procesos más afectados es el sueño.

  • Cada vez se vuelve más presente la sensación de letargo frente a la realización de actividades que antes se realizaba sin ninguna dificultad.
  • Una reorganización de los hábitos del sueño, alimentación y ejercicio físico ante la ruptura de las rutinas que se llevaban antes de la cuarentena resulta fundamental para evitar los signos de fatiga mental.
  • En el programa "Vuelta de Rosca", hablamos con Pablo López, psicólogo y Director Académico de la Fundación INECO.

“Los cambios de rutina de grandes y chicos, los protocolos sanitarios que no debemos olvidar y el nivel de atención que requieren las videollamadas, representan un gran esfuerzo cognitivo para las personas; sumado a que hemos perdido la estabilidad y anticipación que nos otorgaba la rutina” comienza explicando el Dr. Pablo López, psicólogo y director académico de Fundación INECO, consultado por Antena2, 98.1.

En este escenario, debemos entender a la fatiga mental como aquel esfuerzo atencional o cognitivo prolongado que lleva a una sobrecarga o agotamiento. En un contexto de elevado estrés, que se mantuvo por mucho tiempo a causa de la pandemia y las medidas de aislamiento, los síntomas del estado de fatiga cognitiva se volvieron muy presentes.

Estamos con sueño, no podemos concentrarnos y tenemos dificultad para "procesar" tareas que antes realizábamos sin problemas. Y cuando nos damos cuenta de ese inconveniente, nos afecta también emocionalmente.

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Para López la fatiga mental conlleva "una pérdida de interés, atención y motivación; afectando tanto nuestra vida personal, como la social y laboral” y puede derivar en "dolores musculares, de cabeza, angustia, dificultades sostenidas de memoria y sueño no reparador así como también nos vuelve propensos a problemas de salud mental y física a mediano plazo”

El profesional consideró clave para combatir estos síntomas "una reorganización de los hábitos para restablecer las tres piezas más importantes de nuestra salud: la alimentación, el ejercicio físico y el buen dormir."

Como antecedente, en cuarentenas previas por otras epidemias, se registró un aumento del insomnio y de síntomas de ansiedad inducidos por insomnio.

Los problemas del sueño asociados al estrés son comunes y están muy reportados en la literatura científica. Incluso, los antecedentes de insomnio son un factor de riesgo para el desarrollo de estrés postraumático en personas expuestas a un trauma.

En un estudio reciente de China con más de 7.000 encuestados en zonas en donde hubo numerosos casos de coronavirus, el 18,2% reportó problemas en la calidad del sueño, especialmente en trabajadores de la salud (1 de cada 4) afectando igual a ambos sexos y a todas las franjas etarias.

¿Cómo resolvemos el problema?

Las herramientas para combatir la fatiga mental son "regular los horarios de sueño lo más posible, estableciendo también los espacios claros y preestablecidos de descanso durante el día".

¿El sueño se puede recuperar?

El sueño no es un bien recuperable, no es que podemos hacer una maratón de sueño el fin de semana, por lo que no dormimos de lunes a viernes o al revés. Tratar de llevar una higiene del sueño, es decir: Todas aquellas medidas encaminadas a conseguir un sueño de calidad que permita el adecuado descanso.

¿Las siestas dan valor a esa calidad?

La siestas suman por supuesto, es el momento en el que el cuerpo y la mente "resetean" y comienzan nuevamente a funcionar. Pero, como en todo, el exceso lleva el efecto contraproducente. Es recomendable no más de 30 o 45 minutos de siesta. La siestas suman por supuesto, es el momento en el que el cuerpo y la mente resetean y comienzan nuevamente a funcionar. Pero, como en todo, el exceso lleva el efecto contraproducente. Es recomendable no más de 30 o 45 minutos de siesta.

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Además, el especialista recomendó "tratar de sacar las ideas agobiantes de la mente y buscar acciones concretas para modificarlas, o incluso, notarlas para luego pensar en ellas y compartirlas con alguien".

También mencionó no confundir distanciamiento físico con el social o afectivo y acudir a técnicas de meditación "que permiten cierta regulación emocional, reducción de la ansiedad y mejora cognitiva".

Si bien es importante identificar un posible cuadro de fatiga mental y aplicar estas recomendaciones, es preciso entender que es un cambio progresivo que no se va a resolver de un momento para el otro. A través del cambio sostenido de los hábitos, comenzaremos a generar un círculo virtuoso y lograremos mejoras significativas.

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¿Cuántos días llevamos de cuarentena en Argentina?

La cuarentena obligatoria comenzó a regir en Argentina a las 00 horas del viernes 20 de marzo.

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Originalmente, el confinamiento regía hasta el 31 de marzo, luego fue extendido hasta el 12 de abril, posteriormente hasta el 26 de abril, más adelante hasta el 10 de mayo, luego hasta el 24 de mayo, hasta el 7 de junio, hasta el 28 de junio, hasta el 17 de julio, hasta el 2 de agosto, hasta el 16 de agosto, hasta el 30 de agosto y, por última vez hasta el 20 de septiembre.

Cuando lleguemos al 20 de septiembre, se cumplirán 184 días de aislamiento social.

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