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Punta Corral: así está el camino por Tunalito hoy

A 10 días de que comience la masiva peregrinación hacia el santuario de la Virgen ubicado en los cerros de la quebrada, uno de los caminos principales se encuentra transitable, aunque con algunos pasajes complicados. 

La Virgen de Copacabana de Punta Corral genera una manifestación de fe masiva en la sociedad jujeña año tras año, desde su aparición en 1.835. 

La peregrinación de 2016 congregó a más de 80.000 fieles, pero las cifras aumentan cada año.  

El santuario se encuentra literalmente en medio de los cerros de la quebrada de Humahuaca, en el territorio del departamento Tumbaya. Para acceder es necesario comenzar a caminar desde la ruta 9. 

Los caminos principales por los que acceden los peregrinos son cuatro: el ingreso por el pueblo de Tumbaya, el camino desde Tilcara, la opción desde Maimará, y una de las vías más rápidas pero más dura: el acceso por el paraje Tunalito. 

Este último fue recorrido por un equipo de Canal 2, de la misma forma que miles de personas comenzarán a hacerlo en tan sólo algunas horas. 

El camino es una prueba compleja para la condición física de los peregrinos. 

A buen ritmo, y con poco descanso, es posible acceder en un promedio de cinco horas a pie, desde la vera de la ruta 9 hasta llegar al santuario. 

La altura sobre el nivel del mar va en aumento durante todo el camino, con lo cual los síntomas de la puna aparecen de forma inevitable. El coqueo allí se torna fundamental. También es esencial llevar un bastón y linterna, en caso de subir el cerro de noche. Agua y eventualmente café también son de gran ayuda. 

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La pendiente pronunciada del cerro es el otro gran factor que pone a prueba la resistencia física. Durante las cinco horas de trayecto ininterrumpido, los que peregrinan por allí no paran de escalar los cerros. 

Los senderos son extremadamente delgados, y promediando el camino se puede escuchar como las piedras arrojadas al precipicio tardan varios segundos en terminar de caer, generando un eco impactante en su recorrido. 

Los recaudos deben ser extremos. En la mayor parte del trayecto no cabe más de una persona por los senderos. 

Las intensas lluvias que cayeron sobre la quebrada han cambiado la fisonomía de varios tramos de esta vía. Sin embargo, el camino hoy permanece transitable, pese a representar un verdadero desafío a la resistencia de los fieles. 

Llegar al santuario se convierte así en un verdadero triunfo, y la experiencia más cercana a la metáfora que reza: “la fe mueve montañas”.

 

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