Cuando cayó, alguien gritó: “¡Lo patoteemos!”, y tanto sus compañeros como alumnos de otros grados comenzaron a patearlo. No era la primera vez que pasaba por una situación así, algo similar ya había ocurrido antes en el gimnasio de la escuela.
Ni los docentes ni los directivos del establecimiento hicieron nada para evitar la situación o sancionar a los agresores.
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Mónica Mamaní, madre del alumno, se enteró de ello mucho después. Cuando fue a buscar a su hija, alumna de 1° Grado, al mencionado establecimiento, escuchó comentarios de alumnos que salían de clases, y cuando le preguntó a su hijo qué hacía sucedido, este solo le contestó “nada”. Almorzó y luego se acostó a dormir la siesta. Cuando se levantó estaba mareado, le dolían la espalda y las piernas por la agresión, lo llevaron al hospital, y quedó internado allí.
“Ningún docente ni directivo me avisó aunque estoy en varios grupos de WhatsApp porque no nos dejan entrar en el establecimiento. Tenía golpes en la nuca y traumatismos varios, por lo que tiene que seguir siendo controlado. Muchos chicos sufren agresiones y no hay control”, dijo Mónica.
La madre de este alumno teme por la integridad de su hijo, teme que él no pueda participar de la próxima edición de Juegos Evita por la agresión sufrida, y él teme volver a la escuela y que lo agredan nuevamente, sin que nadie haga nada.
Violenta agresión: lo patotearon en el colegio y nadie hizo nada