Sus comentarios sobre la situación en las Islas Malvinas y la autodeterminación de su población plantean cuestiones fundamentales sobre este tema históricamente controvertido.
Mondino sugiere que los isleños de Malvinas deben decidir su propio destino y que no se puede imponer ninguna decisión a ellos ni a los argentinos. Si bien el principio de autodeterminación es un valor fundamental en la política internacional, su aplicación debe realizarse con cuidado y consideración de las circunstancias específicas.
Es importante recordar que la población de las Islas Malvinas fue implantada por el Reino Unido después de ocupar las islas por la fuerza en 1833, expulsando a las autoridades argentinas. Según el Estado Argentino y las Naciones Unidas, la autodeterminación requiere la existencia de un "pueblo" sujeto a la dominación extranjera, y esta no es la situación en las Malvinas.
El reciente referéndum en las Islas Malvinas, en el que los isleños confirmaron su deseo de seguir siendo británicos, no otorga a la población el derecho de autodeterminación, ya que no son un pueblo sometido que busca independizarse. Más bien, ratificaron su afiliación al país con el cual Argentina mantiene un conflicto de soberanía.
En lugar de cuestionar la validez del referéndum, el gobierno argentino podría presentar su resultado ante el Comité de Descolonización de la ONU y buscar soluciones más constructivas y basadas en el diálogo. En última instancia, la resolución de este conflicto centenario requerirá serenidad, seriedad y la voluntad de considerar alternativas realistas y pragmáticas.
Sin embargo, es fundamental destacar que las Islas Malvinas son una causa nacional para Argentina y que la soberanía sobre estas islas es una cuestión de profundo significado histórico y emocional para el país. La pérdida de las Malvinas en 1833 y el conflicto bélico de 1982 que cobró la vida de 649 argentinos son eventos que han dejado una marca indeleble en la memoria colectiva del pueblo argentino.
Entregar las Islas Malvinas a Inglaterra sería percibido como una afrenta a la memoria de los caídos en la guerra y a la lucha histórica de Argentina por la recuperación de su soberanía en estas tierras. La defensa de la soberanía en las Malvinas es una causa que ha unido a la nación argentina a lo largo de generaciones y sigue siendo un tema de profundo significado para el país.
En este contexto, es esencial que cualquier discusión o negociación relacionada con las Islas Malvinas se realice con el pleno reconocimiento de la importancia de esta causa nacional y en búsqueda de soluciones que respeten los derechos e intereses de todos los involucrados, sin olvidar el sacrificio de aquellos que dieron sus vidas en defensa de la soberanía argentina. Las Malvinas fueron, son y seguirán siendo por mucho tiempo una espina clavada en nuestra alma colectiva y en el corazón de cada uno de los argentinos.
Las Malvinas fueron, son y seguirán siendo por mucho tiempo una espina clavada en nuestra alma colectiva y en el corazón de cada uno de los argentinos.