- Un jujeño fue condenado por drogar y abusar de sus sobrinas.
- Los hechos se registraron por años en la localidad de Maipú, en Mendoza.
- El hombre de 35 años purgará una condena de 11 años de prisión.
Un jujeño de 35 años de edad fue condenado a la pena de 11 años de prisión en la provincia de Mendoza, luego de comprobarse que el sujeto drogaba a sus dos sobrinas y las abusaba sexualmente.
La condena fue el fruto de una investigación que dio inicio hace dos años en la localidad de Maipú de la provincia cuyana, donde se comprobó que el sujeto sometía a las dos hermanas, a quienes les administraba cocaína y benzodiacepinas para vejarlas.
Las denuncias fueron investigadas por la exfiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual Cecilia Bignert, quien previo al debate fue trasladada a la UFI de Robos, Hurtos y Sustracción de Automotores, por lo que fue reemplazada por su par Gonzalo Marzal.
El representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) había solicitado un castigo de 15 años de encierro por los delitos de abuso sexual simple y abuso sexual gravemente ultrajante agravados por la situación de guarda y la convivencia.
Más allá de eso, después de cinco semanas de juicio, el juez Diego Lusverti, del Tribunal Penal Colegiado N°1, entendió que correspondía imponerle una pena de 11 años de reclusión, por los mismos delitos con los que llegó imputado al debate.
La denuncia por los abusos sexuales
De acuerdo con la reconstrucción que realizaron los detectives del caso, la menor de las víctimas relató que comenzó a sufrir los abusos por parte de su tío allá por 2015, cuando sólo tenía 3 años de edad. Las vejaciones eran perpetradas en horas de la noche, cuando quedaba bajo el cuidado de la menor, en la casa en la que convivían en el distrito de Rodeo del Medio, Maipú en Mendoza.
La ahora adolescente de 13 años relató que durante esas primeras agresiones su familiar le manoseaba sus partes íntimas por encima de la ropa. También contó que, en una ocasión, durante una siesta le pidió que le acercara una herramienta y cuando la niña se la llevó lo encontró con el pantalón y la ropa interior bajada. Acto seguido, intentó abordarla, pero la pequeña lo rechazó y se retiró del lugar. Un año después, cuando la víctima tenía 4 años, quiso accederla carnalmente, pero la criatura volvió a sacarlo diciéndole "salí", de acuerdo a lo que surge del expediente.
Los abusos volvieron a ocurrir en el periodo comprendido entre el 8 de julio de 2022 y mayo de 2023, cuando la menor tenía entre 10 y 11 años. En muchas de esas ocasiones, el acusado le suministró cocaína y benzodiacepinas a la víctima, diciéndole que eran remedios. Así, en al menos cuatro oportunidades intentó penetrar a la niña y también le produjo tocamientos en sus partes íntimas.
Por su parte, agrega la instrucción, su hermana, quien actualmente tiene 17 años, también fue blanco de tocamientos por parte de su tío paterno en 2015 y 2016, cuando tenía 7 y 8 años, respectivamente.
Al igual que sucedió con la otra víctima, la chica volvió a ser abordada por su familiar entre 2022 y 2023, ya con 14 y 15 años. En esas ocasiones, también su tío le suministró la droga y los fármacos mencionados y bajo el efecto de los mismos llegó a manosearla en sus genitales por debajo de la ropa, sostiene la investigación.
En el mismo año en que se produjeron los últimos abusos, las menores se animaron a relatarle la situación a sus padres y así denunciaron a su tío ante la Justicia. El sospechoso fue detenido al poco tiempo y recientemente terminó condenado a una dura pena en prisión.