El presidente del Ente del Tren Solar de la Quebrada, Juan Cabrera, explicó que desde la década del 90, la provincia siempre tuvo la explotación y control de la infraestructura del tren a través de un convenio que cedía la infraestructura en un modelo de concesión integral para explotar y desarrollar el Ramal C que entonces unía Jujuy con La Quiaca.
A partir de 2018 se derogaron esas concesiones por lo que para las nuevas operaciones ferroviarias como el tren turístico se reorganizó todo bajo una concesión nueva que se firmó entre el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y la provincia. “Este nuevo modelo que adoptó Jujuy le permite contar con 10 años para la operación del tren y su infraestructura, con la posibilidad abierta a nuevas renovaciones. Es decir, se pasó de una concesión integral que estaba en un formato que no podía continuar a una nueva concesión que si permite extenderla indefinidamente” detalló Cabrera.
Podrían incorporar nuevos operadores
Por otra parte, explicó que dentro del nuevo convenio se habilita la posibilidad de incorporar a otros operadores en la traza. En este caso, advirtió que quienes deseen hacerlo deben acordar con el tren solar la ventana de servicios.
Estimó que esto sucedería a largo plazo, cuando se complete el trazado. “Este proyecto como está actualmente es poco atractivo para otro operador ferro turístico o ferroviario, porque es una traza limitada entre Volcán y Tilcara. Si el proyecto crece y se puede llegar hasta Humahuaca o La Quiaca, ahí pueden intervenir otros operadores de carga que les interese el modelo bajo otro concepto, con posibilidad de llegar a otros puntos con otro tipo de servicio” indicó.
Para completar los 300 kilómetros de traza, hay que poner en valor la infraestructura de todo el recorrido. “Hay que ver lo que se requiere, el material rodante, lo que demanda un esfuerzo muy grande; de modo que es un proyecto a largo plazo aprovechando un modelo que deja abierta la posibilidad de crecimiento” detalló.