El compadrazgo implica que los amigos que se eligen para cumplir ese rol, pasan a ser familia. Si uno de ellos muere o se enferma, el otro confía en que sus hijos podrán contar con él.
En las comparsas las agrupaciones chayan los mojones para el buen augurio y también realizan los tradicionales almuerzos; a lo largo del día los compadres se reparten ramitos de albahaca y comparten vasos con chicha y vino. Posteriormente abren paso al baile y al canto.
En los pueblos del norte, predominan los festejos con música de instrumentos típicos como cajas y erkes, las ruedas de coplas tampoco se hacen esperar. Mientras que para el lado de los Valles los compadres se reúnen en fortines y peñas donde disfrutan de almuerzos y danzas populares. La mayoría de los festejos, comienza a partir del mediodía.
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