El 17 de enero hubo otra; y provocó los mismos estragos, inconvenientes y problemas que la anterior.
Muchos recordarán estas lluvias por diversas razones durante mucho tiempo; los más afortunados podrán dejar atrás malos recuerdos de goteras y filtraciones y seguir adelante. La mayoría no podrá. Son los que viven asolados por ríos, arroyos y canales que crecen amenazantes con cada lluvia y tormenta, y que hacen lo posible por arrasar sus viviendas, sus sueños, y muchas veces, sus vidas.
Así le ocurrió a Alicia Villa Gómez, que vive en avenida Almirante Brown, y duerme a pocos metros de canal Alvarado, un brazo de agua que hace 50 años no es encauzado, y que lleva muchos años más sin ser limpiado.
Es canal Alvarado quien casi se lleva la vida de Alicia; ciertamente, la dejó sin pertenencias, asustada, temblorosa, y sin forma de comunicarse con su familia, que vive en el Ramal jujeño y en Buenos Aires. Sus vecinos evitaron lo peor; le salvaron la vida. Y hoy miran impotentes cómo quedó la casa y la vida de esta abuela que ningún político visita, a la que la policía tarda en ayudar, y que no podrá hacer nada si el canal Alvarado intenta llevársela nuevamente.
Lágrimas, terror y abandono
“La tormenta de la semana pasada fue terrible; el agua pasaba a un metro y medio. Faltó poco para que me ahogara. Me agarraba de la puerta para que el agua no me arrastrase”.
“Arrastraba todo: mi heladera, mi televisor. Tengo una verja de hierro y todo quedaba trabado ahí, pero al final no me quedó nada. Tenía un teléfono para comunicarme con mi familia pero lo perdí”.
“Estoy desamparada, necesito que alguien me ayude”, llora Alicia. Estaba resignada a morir. La humedad de su casa le impide estar ahí. Tiene frío, y podría estar enfermándose.
“No me puedo comunicar por teléfono con nadie. Me ignoran. Mi familia está en Buenos Aires y en el Ramal. Nos comunicábamos por celular pero hace una semana que no me puedo comunicarme con nadie”.
En ese teléfono que perdió, Alicia tenía el número de sus familiares; al perderlo, perdió toda forma de hablar con ellos. No recuerda sus números, y es lógico, casi nadie recuerda un número de teléfono celular en estos días, sin importar su edad.
Pero aunque se olviden números, cada vecino de Alicia recuerda las veces en que pidieron, rogaron obras de contención de canal Alvarado. Que se limpiara y encauzara. Pero aun no tienen respuestas.
Nadie vino
Son esos vecinos quienes evitaron la muerte de Alicia. Los que la encontraron gritando auxilio y esperando ayuda cuando el agua amenazaba con llevársela y arrasar con su hogar.
Son quienes hablaron con autoridades de centros vecinales de barrio Alto Comedero, y los que a su vez se contactaron con funcionarios municipales de esa zona de la ciudad. Ni unos ni otros vinieron a ver a Alicia.
“Estamos impotentes por la situación porque no sabemos cómo ayudar, cada vez estamos más desesperados cuando llueve. La abuela se moría. Tal vez habría sido así si no hubiéramos estado acá. Llamamos a la policía y dijeron “ya vamos”. Hicieron preguntas estúpidas y demoraron. Gracias a Dios no pasó nada peor. Cuando llegamos a auxiliarla, la abuela estaba agarrada a la puerta pidiendo auxilio”.
Tres instituciones que trabajan para ayudar a adultos mayores en Jujuy:
- Dirección de adultos mayores;
- Ministerio de Desarrollo Humano;
- Dirección Provincial de Protección Integral de las Personas Adultas Mayores.
Quienes deseen ayudar a Alicia pueden concurrir a avenida Almirante Brown 2093; frente a una estación de servicio, al fondo de una gomería. Sus vecinos dejaron un número de teléfono: 3886822262.