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Una comunidad menospreciada por los funcionarios y viviendo entre líquidos cloacales

Desde la Comunidad Aborigen Ticaguayoc alertan el mal funcionamiento de una planta potabilizadora, cuyo residuo cloacal termina derramado sobre el Río Grande y afluentes. El derecho humano al agua y su saneamiento ha pasado inadvertido para los fiscales ambientales, incluso para la ministra Sarapura quien visitó la zona hace menos de un mes.

  • Integrantes de la Comunidad Aborigen Ticaguayoc denuncian la contaminación del Río Grande y sus afluentes.
  • El mal funcionamiento de la planta potabilizadora local termina por derramar desperdicios sobre el cauce.
  • Funcionarios locales tienen amplio conocimiento de la situación, pero no han dado una respuesta efectiva en el corto plazo.

La clase política local optó por cerrar el año sin abordar la evidente emergencia hídrica diferenciándose de Salta, Tucumán, Buenos Aires, San Luis, entre otras provincias, que prefirieron decretar medidas extraordinarias para paliar el problema. Pero a los jujeños no solo los aqueja la sequía o los estragos causados por un temporal. En el corazón de la Quebrada, entre los inmaculados cerros humahuaqueños considerados 20 años atrás Patrimonio de la Humanidad, falta precisamente humanidad, al menos para con 50 familias envueltas por la contaminación fluvial, cortesía de la empresa estatal Agua Potable.

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Foto: prensa de Gobierno.

Foto: prensa de Gobierno.

La Comunidad Aborigen de Ticaguayoc, denuncia la contaminación que se inició a partir de desechos cloacales vertidos en el cauce del Río Grande. Las vecinas de la comunidad detallan que los desechos cloacales afectan ojos de agua y manantiales utilizados como bebederos de los animales y para el sistema de riego de sus cultivos, también repercute en la vida cotidiana.

Esa situación fue constatada de primera mano por el equipo periodístico de Canal 2 y si la memoria olfativa no convence al lector, las imágenes hablarán por si solas. Los objetos que flotan río abajo convierten el líquido en cualquier cosa menos consumible y siendo la agricultura el modelo principal de subsistencia, tanto su calidad de vida como la economía doméstica también resultan perjudicadas.

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Funcionarios públicos tienen pleno conocimiento del nauseabundo escenario, los vecinos hace tiempo pusieron al tanto a los veedores del Ministerio de Ambiente sobre el mal funcionamiento de la Planta Potabilizadora. De hecho en febrero del corriente año, Prensa de Gobierno se encargó de difundir la excursión del secretario de Planificación Ramiro Tejeda junto a la diputada provincial Gabriela Burgos a la zona.

“Tenemos un proyecto desde la provincia que tiene como objetivo el saneamiento integral la toda la cuenca del Río Grande, desde 2016 se vino ejecutando a buen ritmo… Humahuaca es una ciudad que ha venido creciendo mucho demográficamente en el último tiempo, y nos demanda la construcción y modernización de esta planta. las plantas que estamos instalando en quebrada tienen tecnología de última generación y nos permite minimizar el impacto ambiental”, afirmaba el funcionario de Infraestructura en el parte de prensa. Pero de aquella mentada licitación y su financiación internacional poco se sabe a la fecha:

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Recientemente la ministra de Derechos Humanos y Pueblos Indígenas Natalia Sarapura visitó (18/11) Ticaguayoc junto con autoridades del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) según informan “en el marco de la ejecución del Programa Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas”. Dado lo amistoso de la galería fotográfica se deduce que la contaminación del río no formó parte de la charla, fue más bien una visita amistosa y protocolar.

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Llama la atención la pasividad de los fiscales ambientales Sánches Serantes y Cau Catán designados hace poco más de un año. Salvo alguna intervención más mediatizada poco se sabe de su labor; pensar que hace 3 años atrás el gobierno provincial se enorgullecía de estar a la vanguardia nacional con la creación del juzgado y fiscalías.

La situación que deben vivir día a día los vecinos de la comunidad es inhumana, al momento ya se registró casos de niños enfermos y animales que pasaron por la misma situación. Tantos las autoridades municipales como Provinciales estaban en conocimiento de tales hechos, en el caso de la Intendenta Karina Paniagua, hizo la vista gorda al reclamo de los vecinos.

La desesperación de los vecinos los lleva a suplicar a la Ministra de Ambiente María Inés Zigarán y al director de Agua Potable Víctor Galarza, que escuchen sus pedidos y brinden respuestas rápidas, ya que lo único que pretenden a estas alturas es poder vivir sin desechos cloacales.

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