- Preocupa el crecimiento del hambre en Jujuy.
- Se conocen más casos de comedores afectados por la situación en Palpalá.
- “No queremos cerrar”, expresó la responsable de “Tacitas Solidarias” señalando que la cantidad de asistentes supera la mercadería que reciben.
Hacen fila por un plato de comida, la cruda imagen del hambre en Jujuy
El comedor “Tacitas Solidarias” del barrio Antártida, en Palpalá, es el fiel reflejo de la delicada situación económica y social que se vive actualmente. La asistencia gubernamental que reciben no es suficiente para la cantidad de personas que acuden.
En plena crisis social y económica, los comedores jujeños dijeron estar desamparados por el gobierno. Responsables instituciones de contención expusieron que la demanda sigue aumentando pero no así la asistencia estatal.
Uno de los puntos más afectados por esta situación parece ser Palpalá. Algunos ejemplos que grafican esta dura realidad:
- El Comedor "Manitos Traviesas" de Palpalá debe rechazar nuevos comensales porque no les alcanza.
- El Comedor “Bajo el Árbol” de Palpalá recibe demanda de personas incluso de San Salvador.
- El Comedor “Carita Feliz” de Palpalá recibe ayuda pero aun así, no le alcanza.
Ahora se sumó un nuevo caso. El comedor “Tacitas Solidarias” del barrio Antártida Argentina de la ciudad siderúrgica.
Acuden casi 100 personas en busca de un plato de alimentos, superando la cantidad prevista que contempla la asistencia gubernamental. Adultos mayores y personas en situación de calle hacen filas desde temprano y muchas veces deben decirles que no hay comida.
No quieren cerrar sus puertas y dejar a esta gente desamparada por lo que hacen rifas y otras acciones buscando conseguir fondos.
“Seguimos con el comedor ofreciendo asistencia a 95 a 100 personas que vienen, niños jóvenes, ancianos, en situación de calle. El Ministerio nos manda comida para 90 pero ya tenemos más asistentes.
Hacemos un esfuerzo porque sigue viniendo gente a pedir ayuda y es feo decirles que no, tenemos que hacer maravillas para darles comida. Es preocupante la situación, tenemos las filas de abuelos que vienen desde temprano a buscar comida. Vendemos rifas para conseguir fondos y no alcanza porque son cada vez más los que vienen. Nosotros no queremos cerrar, queremos seguir por la gente, por los abuelos, por las personas en situación de calle”, relató su responsable Belén.