Una jujeña elegida para una capacitación federal de directores de orquesta
A través de un programa cultural impulsado por el CFI, la jujeña Carla Ábalos resultó seleccionada para una pasantía federal de perfeccionamiento en Dirección Orquestal. Se presentaron postulantes de todo el país y sólo quedaron seis; un sueño para Carla, y a la vez, todo un desafío.
Carla Ábalos comenzó a estudiar música a la edad de ocho años y desde ahí la volvió parte de su vida.
Si bien cuando daba sus primeros pasos en la Escuela Superior de Música de Jujuy su instrumento fue el piano, en 2008 se inclinó por la Dirección orquestal. Para estudiar esa carrera tuvo que trasladarse hasta Buenos Aires, donde reside hasta ahora.
Por su esfuerzo, estudio y gran talento para dirigir, fue seleccionada para las Pasantías Federales de Perfeccionamiento en Dirección Orquestal, un programa cultural promovido por el CFI. Todo un desafío para ella que resultó seleccionada entre aspirantes de todo el país.
“La pasantía consiste en seis viajes a Entre Ríos y para cada módulo tenemos que estudiar cierto número de obras que trabajamos con el maestro de la orquesta, en este caso, Luis Gorelik. Nos dan la posibilidad de probar las obras con la Orquesta, que es la Sinfónica de Entre Ríos”.
Carla valoró que los integrantes de la Sinfónica de Entre Ríos colaboran generosamente con las prácticas de los jóvenes directores, algo que resulta fundamental para ir mejorando.
“Ellos donan parte de su tiempo para que nosotros podamos practicar con la Orquesta, eso es algo un poco complejo cuando se trata de la carrera del director porque uno no tiene el instrumento en casa, entonces estas instancias suman mucho”.
Tan sólo hace unos días atrás tuvo la posibilidad de dirigir la segunda Sinfonía de Gustav Mahler con más de 150 músicos, y su buen desempeño terminó recibiendo la felicitación del Maestro Luis Gorelik.
Durante lo que queda del 2019 ella y sus compañeros trabajarán en obras de Copland, Tchaicovsky, Beethoven, Mahler, Brahms, Wagner, entre otros; y a fin de año compartirán un concierto.
“Restan cuatro módulos más y los conciertos a fin de año. Hay tres conciertos y cada concierto estaría a cargo de dos pasantes”.
Carla recordó que su pasión comenzó a raíz de que hizo un curso de interpretación musical.
“Me atrajo mucho el tema de que no solo son las notas que están escritas en la partitura lo que uno debe tocar, sino que hay un trasfondo del significado que tienen las notas y el mensaje que uno comunica a través de los sonidos. Esa es la misión del director de orquesta, es una carrera de intérprete musical”.
A sus 29 años ya tuvo la posibilidad de dirigir la Orquesta Sinfónica de Chaco y la Orquesta Sinfónica de la universidad de Cuenca de Ecuador. También da clases de piano y tiene en mente regresar a Jujuy para compartir su conocimiento.
“Uno de mis objetivos es capacitar a los profesores del Programa de Orquestas del Bicentenario, supe que están pasando una situación complicada porque no les están pagando y en ese sentido quería solidarizarme con ellos y decirles que apoyo su lucha”.
Está probado que la música tiene el poder de cambiar la vida de las personas y de hecho tiene un rol importante dentro de cualquier sociedad obligando a los estados a generar políticas públicas en ese sentido.
Carla consideró que programas como el de las Orquestas del Bicentenario constituyen “una herramienta para los niños que los fortalece desde todo punto de vista”.
Resaltó que este tipo de educación cultural en programas de orquestas, enseña valores como la responsabilidad, el respeto, la comunicación, la empatía, además de capacidades intelectuales.
“Estas son las cualidades que necesitamos para formar una sociedad cada vez más justa y unida, una sociedad con miras al progreso. Todo esto describe no solo la importancia de políticas culturales sino, en lo personal, son la razón por la cual decidí dedicar mi vida a la música”, concluyó Carla.