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La “Mamita” Virgen no castiga pero se le cumple

Lo que me gustaría dejar en claro, es que la “Mamita Virgen” no castiga, solo bendice y lo hace con los que cumplen con alguna promesa suelta sobre la brisa que se lleva mágicamente en esa ofrenda espiritual, esa oración que llega simplemente a los oídos de Dios.

Porque a lo mejor suene recurrente caer en la misma historia que los lugareños citan, cuando de acordarse se trata, en algún bar o en la misma parroquia. Es que todavía resuenan los ecos de promesas incumplidas, negadas además por los protagonistas futbolísticos de aquel entonces.

Sin embargo, con tantos cabildeos, una vez más, lo acordado no se cumplirá, como ya anunciaron algunos jugadores de aquel momento. Sin embargo el “Coya” no sabe de rencores, aunque rece en sus estrofas: “nunca te rías de un coya”, que recita tan bien Don Fortunato Ramos.

Entonces vuelven los recuerdos de aquel trabajo previo de nuestra selección en nuestra Quebrada.

Pensar que fueron nada más que diez días cuando la selección de Bilardo decidió aclimatarse para esa competencia mundial, que por una cuestión de altura les serviría a los nuestros, para  “aclimatarse”. Fue un 5 de Enero hasta el 15 de ese mes, en dónde el plantel y el cuerpo técnico tuvieron que adaptarse absolutamente a todo.

Pero hubo anfitriones de lujo, desde la intendencia y de célebres lugareños que fueron testigos de aquellas vivencias. Por ejemplo “Carlitos” Cabrera - propietario de un bar -  suele contar entre música y relatos, la historia de los milagros de la Virgen a todos los turistas que lo escuchan embelesados. Mucho más aún que Argentina volvió a quedarse sin la copa, faltando tan poquito…

Como así también David Gordillo, un reconocido folclorista que se dio algunos lujos  que luego se iban a saber. También  Roberto Cari e Isidoro Martínez  fueron partícipes de la odisea de nuestra selección en la paradisíaca Tilcara.

Lo cierto es que aquella vez, la idea era entrenar en la cancha del club Terry (que no tenía las buenas instalaciones de ahora), por lo que decidieron entrenar en la cancha de “Pueblo nuevo”, con algunos pozos, en medio de un dispositivo de seguridad de la AFA ante las  mirada atónitas  de los pueblerinos.

Aunque no estaba Maradona, Burruchaga o Pumpido, sí estaban presentes el resto de los que se consagraron en el mundial del 86.

Pero la parte más importante, fue en esas tardecitas de descanso y esparcimiento, cuando llegaron (vaya a saber por sugerencia de quién) a la Iglesia del pueblo en donde a los “Changos” que vivieron esta aventura, les consta, que los jugadores escucharon la leyenda de la Virgen y realizaron una promesa con el objeto de que se les cumpliera el anhelo de salir campeón.

Después las anécdotas cuentan que, muchas veces los muchachos que sirvieron de “relleno” en el equipo de “Sparring”, como el “bicho” Gordillo que jugaba muy bien y se dio el gusto de tirar paredes con “el bocha” Bochini, justamente un ídolo futbolístico que negó sobre una promesa efectuada.

También aquella noche en la que los futbolistas participaron de un agasajo por la gente del lugar y que el “Narigón” Bilardo - por querer vigilar a sus jugadores - se vistió de “chola” con vestido y con un sombrero bien grande, para que no le notara su prominente nariz y que los jugadores no se dieran cuenta que él los estaba espiando disfrazado.

Pero volviendo al mito sagrado, contaba el cura de la iglesia Ernesto Vilte, que la devoción por la Virgen de Punta Corral es tanta, que hubo entre muchos relatos, promesas cumplidas  y conmovedoras, tal vez difícil de creer para los que nunca llegaron por estos lugares.

Pues bien amigo, estuvimos a punto de salir campeones del mundo ante Alemania, pero no pudo ser una vez más. Por más  de los méritos hechos, el orgullo y la alegría que causó la buena actuación durante el mundial Brasil 2014, para un jujeño es difícil no dejar de pensar en la leyenda de la “Virgencita” de Copacabana del Abra de Punta Corral.

Ocurrió con Chile por segunda vez consecutiva por la vía de los penales que es una cuestión muchas veces azarosa. Creer o reventar, pero nos fuimos del bar caminando despacito rumbo a la plaza pensando en el fútbol y en lo teologal.

¡Eso sí que nadie piense que todo esto se trata de una maldición! porque la  “Mamita virgen” no maldice, solo bendice…Eso sí: a la virgen, hay que cumplirle…

 

 

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