- Silvia Ficoseco, referente de la Cámara jujeña de Expendedores, comentó las consecuencias del congelamiento del precio de combustibles.
- Dijo que el mismo afecta el abastecimiento y aseguró que el público no podría pagar el precio real del mismo: U$S1,20 por litro.
En Jujuy, algunas estaciones suspenden ventas hasta después de las elecciones
Lo indicó la titular de la Cámara de Expendedores de Combustible, quien comentó los estragos en el sector a raíz del congelamiento de precios.
Referentes del sector lo advirtieron hace tiempo y las consecuencias comienzan a verse hoy: el congelamiento del precio de combustibles está provocando desabastecimiento en estaciones de servicio (y por supuesto, también para el cliente) ya que las petroleras restringen la entrega de productos porque no les es rentable su valor de venta.
Esto fue confirmado por la titular de la Cámara jujeña de Expendedores de Combustible, Silvia Ficoseco, quien comentó que por la inflación y el precio del dólar, los empresarios se debaten entre suspender las ventas hasta después del 22 de octubre, reponer productos, continuar normalmente, o evaluar un cierre.
Además, pronto el sector productivo (el campo) comenzará a demandar más combustible, lo que agravará la situación; esto ya ocurrió en anteriores ocasiones, recordó Ficoseco, cuando en las estaciones de servicio había largas filas para comprar combustible. Esto se repetirá “si no se revierte nada y no se revén las medidas, si no se le pone el precio real al combustible”.
Ese precio real es U$S1,20, establecido por el precio del petróleo y otros factores, pero el argentino no podría pagarlo (y menos el jujeño). "La gente no podría soportarlo, pero deberíamos ir acomodando la macro y la micro para que empiece a funcionar. Estamos realmente distorsionando todo”.
Además del abastecimiento y la demanda, el campo comprará en surtidores chicos, donde se abastecen clientes comunes y no grandes compradores de combustible, por el precio que tiene el mismo: 30% más, que con el correr del tiempo puede llegar a convertirse en 50% más.
“Cualquiera preferirá comprar en un surtidor antes que comprarle a un mayorista. Cuando la demanda crezca esto será más cercano el 50% y todos se volcarán al surtidor, que es cuando comienza a faltar. Lo que nos mande la petrolera no alcanzará para cubrir a la población”.