- Enfrentamientos en las cercanías del Bachillerato N°3 de Monterrico.
- Reclamos cruzados entre punteros y votantes ante supuestos hechos de "clientelismo".
- El episodio escaló en violencia hasta llegar a golpes de puño y empellones.
Incidentes en Monterrico: denuncias de clientelismo y grescas
Durante la mañana en un polideportivo cercano al Bachillerato N°3, dos grupos de votantes protagonizaron una serie de reclamos cruzados, al punto de iniciar un pleito a puño limpio. Según se aprecia en los videos viralizados, había agentes policiales que decidieron no intervenir a pesar de las actitudes violentas en vía pública.
Al momento de emitir su voto en la Escuela N°37 Felipe Antonio de Iriarte, el actual intendente Nilson Ortega fue consultado por JujuyalMomento sobre posibles episodios de conflicto entre votantes, pero el funcionario señaló que independientemente de algunos rumores "no escuchó de inconvenientes en las inmediaciones de los colegios", alentando al electorado a aprovechar la linda jornada antes del inicio del super clásico.
No obstante una serie videos fueron difundidos en las redes sociales exhibiendo encontronazos entres punteros de Monterrico, según indicaron residentes locales, cerca del Bachillerato N°3. En uno de los videos puede verse el reclamo de un grupo de aparentes militantes reclamando a un puntero desconocido por "voto cantado", siendo que algunos electores querían ingresar al establecimiento con la boleta a la vista, situación que amerita nulidad según el Código Electoral.
Aunque se aprecia agentes de la policía jujeña, los mismos no intervienen y las personas interpeladas tratan de minimizar el reclamo, diciendo que "no existe el voto cantado legalmente" o "cada uno tiene en su conciencia a quien votará en el cuarto oscuro". El reclamo escala en tensión, reclamos por clientelismo y justificaciones de ambos lados: "todos reparten plata por el voto", expresa una mujer ante las críticas.
En el segundo video filmado en el mismo lugar, cercano a un polideportivo, se observa que el episodio llegó a niveles críticos, con empellones entre las facciones militantes involucrando tanto hombres como mujeres.