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Propuesta docente: modificar los profesorados para adaptarse a los paradigmas tecnológicos

La profesora en Ciencias de la Educación, Graciela Wayar, se unió a Sobremesa (Canal 2) para debatir sobre la incorporación o rechazo de los dispositivos electrónicos en el aula, insistiendo en que la discusión debería extenderse naturalmente hacia los institutos de formación.

Luego de hacer un primer análisis de situación sobre el sistema educativo local frente al “avance vertiginoso de las tecnologías”, marcando su masividad y la necesidad de reformas estructurales, la profesora Graciela Wayar quien desempeña tareas en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (UNJu) concluyó que los debates en torno a la restricción del uso celular en las aulas no tiene razón de ser, toda vez que las “tecnologías inciden en la constitución de la subjetividad”.

Surgido de las medidas políticas adoptadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el tema ha quedado instalado en múltiples jurisdicciones, incluso la ministra de Educación de Jujuy, Miriam Serrano se ha referido al asunto en alguna oportunidad. Los desafíos para los educadores no se limitan al deterioro salarial, también hay rezagos en la formación, con planes de estudio que no han sido aggiornados.

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"La formación continua no tiene impacto directo, porque hacer un curso no necesariamente implica una respuesta para la práctica cotidiana del ciclo lectivo… La tecnología en el ámbito de formación nos atraviesa cotidianamente y en todos los campos de conocimiento. Una de las grandes preocupaciones es que como docente debemos ver la tecnología no como un problema, si no como una posibilidad".

"Los chicos usan el celular, negarse a su implementación es desconocer lo cotidiano, hace un rato hablábamos como está configurado el sujeto, las tecnologías dan estructura al pensamiento. Queremos que nuestros estudiantes estén atentos en una clase expositiva de 20 a 40 minutos, cuando la atención de un niño o joven es de 5 minutos. Ahí está la capacidad del docente de generar otras formas de enseñar y la tecnología puede ser esa aliada".

Wayar quien también trabaja en el IES N°3 como profesora de Planificación e Intervención Didáctica para los niveles inicial y primario, ratifica que el reposicionamiento de los docentes en el siglo XXI les ha quitado la función de meros trasmisores de la información, siendo que las fuentes son mucho más numerosas pero también dispersas y hasta maliciosas, por lo que maestros y profesores actualmente deben convertirse en una suerte de guías, proporcionando a los educandos los elementos/criterios necesarios para filtrar la información.

Otro cambio sustancial que incluso propone en el diseño de las instituciones de formación, es la capacidad para “problematizar los aprendizajes”, porque si bien no todo conocimiento puede aplicarse de manera práctica fuera del aula, si puede ser contextualizado, comparado, trasladado a situaciones presentes, promoviendo el espíritu crítico incluso para con los contenidos más tradicionales de la currícula.

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