Estudiar entre olores nauseabundos, el drama de la escuela Naciones Unidas
La cámara séptica de la institución se encuentra saturada y las clases no pueden desarrollarse con normalidad. Mientras que los alumnos empiezan a mostrar problemas de salud, padres y docentes solicitan la intervención urgente de Infraestructura Escolar.
“No se puede respirar, mucho menos estudiar” una frase común que se escucha desde hace varios días en la escuela primaria de jornada completa, ubicada en Av. Bolivia 1867.
Allí asisten niños que van desde los cuatro años y que todos los días padecen la intensidad de los olores residuales. Sumado al hedor que se expande día a día conforme sube la temperatura, hace tres años se inauguró un comedor del que dependen más de 200 alumnos. Una falta higiénica y de salubridad muy grave.
Según relatan las madres de la escuela Naciones Unidas, ya son varios los casos de chicos que llegan a su casa con mareos, náuseas y vómitos. Inclusive algunos padres alertados por la situación, han decidido no enviar a sus hijos hasta que se limpie la fosa.
“Dijeron que iban a hacer una nota, pero no nos deja conformes. Queremos una solución porque el olor se está esparciendo por toda la escuela. Cuando los retiramos por la tarde se sienten mal y llegan a casa con vómitos”.