Si bien hay convenios de reciprocidad firmados entre administraciones anteriores, de acuerdo a lo que el ministro de Salud, Gustavo Bouhid, expresó a un medio local, “con la situación política de Bolivia todo volvió a foja cero y no se cumple con la reciprocidad”.
Por estos días, se intenta en varias provincias, e incluso a nivel nacional, imitar el ejemplo de Salta, donde se cobra la atención de salud pública a extranjeros. La salvedad estaría en considerar a aquellos que no residen en Jujuy (o cualquier otra provincia) ni pagan impuestos.
La presidente de la comunidad boliviana en Jujuy, Melani Guarachi, dialogó con Radio 2 y se refirió a esta iniciativa indicando que “hay dos cuestiones muy relevantes y discriminatorias de las autoridades, de publicar la reciprocidad cuando no existe. En el lado boliviano las leyes se manejan de manera diferente, la salud siempre fue pagada. Cuando llegan a la reciprocidad en 2019 también vuelven a resaltar las causales de poder recibir la atención en los hospitales públicos como sucede en Argentina, donde no siempre podemos acceder a la atención de hospitales públicos y la mayoría acude a clínicas particulares para recibir atención”.
Embed - Bolivianos molestos ante la posibilidad del cobro a extranjeros en Jujuy
“Hay mala desinformación para nosotros. Siempre levantan a la colectividad boliviana en general y no a todos los migrantes, y lo peor que sucedió ahora (es) la discriminación a nuestros hijos. La mayoría de los funcionarios y ministerios no se acuerdan que también son hijos de migrantes y nuestros hijos son argentinos, como ellos también lo son de extranjeros. Tienen la nacionalidad gracias a haber nacido en tierra Argentina. A cada hijo, por el solo hecho de tener color de piel que tenemos, es más discriminación que reciprocidad, respeto o falta de atención”.
“Las compañeras bolivianas tienen doble nacionalidad por el solo hecho de vivir en frontera. Aguas Blancas y Bermejo están juntas y tienen la misma atención. Ingresan, tienen la nacionalidad boliviana y argentina y reciben atención médica por el solo hecho de vivir en la frontera. Lo mismo pasa en La Quiaca. Algunas que vinieron a atenderse las derivaron a Salta, vinieron embarazadas y no le permitieron dar a luz en Salta, lo que también vemos como discriminatorio, porque no es que van porque los quieren tener en Argentina, sino que se da la circunstancia. O porque uno vino de viaje. A todos mis hijos los tuve en Bolivia. Mis nietos nacieron acá. Cuando estuve embarazada preferí mil veces ir a tener mis hijos a Bolivia y no tener acá, por el solo hecho de querer darles una identidad de ser bolivianos. Pero mis nietos nacieron acá porque los papás son argentinos”.
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Hospital Jorge Uro en la ciudad de La Quiaca.
“Es verdad que compatriotas bolivianos pasan a este lado a recibir atención en clínicas particulares. Hicimos un relevamiento porque es más económico que pagar del lado boliviano”.
“La mayoría somos contribuyentes, pagamos nuestros impuestos y no nos atendemos en un hospital público. No nos atendemos en el seguro porque tenemos que pagar. Encima, para recibir atención médica, para usar nuestro seguro, tenemos que pagar $ 20.000 por mes. Pagamos el monotributo, pagamos nuestros impuestos y acudimos a la atención privada. Por qué no arreglan la reciprocidad los que tienen que hacerlo. Son los gobiernos, no nosotros los migrantes. Las leyes de cada país tienen reglamentación para la atención gratuita”.
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Guardia del Hospital Pablo Soria de la capital.
“Sufrimos esta discriminación: las leyes que van sacando, que exigen que paguemos como bolivianos. Los que radicamos en Argentina, los compañeros que vienen como turistas o a visitar a la familia, se descomponen y por supuesto que acudirán a un hospital de emergencia. Por qué no presentan estadísticas de qué hermano boliviano recibió atención y que presenten pruebas, pero no de aquel hermano que radica acá y recibió atención”.
“Respetamos las decisiones y políticas de este país donde nos recibieron tan amablemente. Que haya reciprocidad”.