- Los datos recopilados por el Ministerio de Cultura y Turismo sobre la llegada de turistas durante el carnaval fueron nuevamente puestos en duda.
- Carlos Pemberton de la Asociación de Turismo de Quebrada y Puna considera que el número fue inferior a las 54 mil personas, dado que no todos eran necesariamente turistas.
- Múltiples actores han señalado la diferencia con los "excursionistas" pero para conveniencia práctica el gobierno mantiene su estilo de medición.
Las cifras del Ministerio de Turismo otra vez fueron puestas en duda
Terminada la festividad mayor, desde el Observatorio Turístico contabilizaron 54.000 visitantes durante el fin de semana XXL, marcando un nuevo record 9% mayor a los registros prepandémicos. Desde el sector privado descreen de la metodología empleada para unificar los conceptos "turista" y "excursionista" cuyo modo de desenvolverse no es comparable.
El calendario carnestolendo entra en su última etapa siguiendo la exitosa tendencia de sus predecesores, con la salvedad del 2021 de capa caída cortesía del Coronavirus. El registro histórico posee una nueva marca: 54 mil turistas visitaron Jujuy durante el último fin de semana de febrero, dejando$ 658.626.157 en el apartado impacto económico y manteniendo la estadía promedio habitual de 2,33 noches.
Tales aseveraciones corresponden al titular de la cartera Federico Posadas basándose en los registros recientes del Observatorio ministerial, casi el triple de visitantes comparado con el restringido 2021. Pero he aquí el controversial deja vú, los actores privados del sector turístico celebran el éxito de la temporada pero vuelven a encontrar inconsistencias en los registros públicos.
“Ya el martes de la semana pasada salió el ministerio a dar las cifras, si uno mira ese lado estamos ante un carnaval exitosísimo. Todavía las cifras las estamos discutiendo, desde el sector privado no nos termina de cerrar el número”, expresó en Radio 2 el titular de la Asociación de Turismo de Quebrada y Puna Matías Pemberton.
Poco más de un año atrás el referente de la Cámara de Hoteles y Afines Cristian Bouglione también había manifestado incredulidad sobre el método de procesamiento cuantitativo empleado por el Estado, en ese caso puntual sobre la recaudación: “Las cifras que maneja el gobierno la desconocemos. Ellos ponen un monto a cada turista que ingresa, realmente no se sabe si gastó ese dinero”.
La discusión no es nueva, algunos actores protagónicos del universo turístico jujeño sostienen que es hasta “histórica”. El desmanejo de la información como se ha explicado oportunamente si bien resulta alentadora a primera vista, implica un riesgo al inflar la oferta sin demanda acorde para equilibrar la balanza.
UN AÑO PARA MEJORAR LA HIGIENE Y SEGURIDAD
El aspecto innegablemente negativo que dejó el carnaval jujeño estuvo relacionado con otro déficit atemporal: la inseguridad y falta de higiene en los pueblos más convocantes. La euforia del carnaval fue tan intensa en Humahuaca que llego a motivar (una vez más) el pedido de los vecinos para que el monumento a Los Héroes de la Independencia deje de convertirse en víctima y epicentro de los festejos. Pedidos similares tuvieron lugar a lo largo de la Quebrada, incluso entre los tolerantes vecinos de Alto Padilla.
Pemberton instó a todos los actores involucrados a trabajar sostenidamente con miras al 2023, para perfeccionar una lista extensa de falencias como ser: el tratamiento de la basura, la necesidad de baños químicos, la circulación en ruta, la seguridad pueblo adentro, entre otros temas.