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Cinco datos falsos de Morales en la Legislatura

La intervención del gobernador en la Cámara de Diputados dejó una abrumadora cantidad de cifras e indicadores de gestión, muchos de ellos incomprobables. Viviendas y empleo, los más evidentes.

Del "vamos a construir 4 mil viviendas por año" al "vamos a dar 8.008 soluciones habitacionales al finalizar la gestión" ya hay una distancia grande.

Sin embargo, para la administración Morales las cifras reales son aún menos alentadoras: el promedio de viviendas construidas no logra alcanzar ni la mitad de la performance del binomio Fellner – Milagro Sala en su último período de gobierno.

En tres años, el número real de viviendas construidas y entregadas por la gestión Morales es 1.248, (según números brindados por el propio gobernador), lo que da un promedio de 416 viviendas por año.

De acuerdo a lo que afirmó el mandatario el miércoles último en la Legislatura, sus antecesores lograron un promedio anual de 1.000 casas.

Ante el magro desempeño, el gobierno hizo un cálculo engañoso: agregó a su cuenta final los mejoramientos habitacionales (baños, habitaciones), los que según la suma del Instituto de Viviendas ascienden a un total de 829 en los tres años de gestión.

De esta forma, el mandatario logró presentar la engañosa cifra de 8.008 viviendas que aspira a terminar en su primer mandato, aunque no todas serán viviendas y difícilmente logre concluir la construcción de los proyectos que hoy no son más que un expediente en algún despacho oficial.

Además, es notorio el contraste entre el desmesurado optimismo mostrado en sus primeros meses de gestión con un intento de manipulación dialéctico de los datos de la realidad. Aquella meta de 16 mil viviendas en 4 años quedó sepultada.

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Morales sorprendió a su auditorio al afirmar que Jujuy se encuentra entre las únicas dos provincias argentinas que aumentó la cantidad de empleos privados.

Aseguró que en 2018 fueron 1.500 los trabajos privados creados, elevando la cifra total de empleo en Jujuy a 66.400 trabajadores.

Aunque el gobernador no citó el origen de la información brindada, la única fuente que coincide con sus expresiones es discutible y según especialistas no corresponde considerar: el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que elabora AFIP. Este registro brinda información respecto de altas y bajas de las personas con aportes al sistema jubilatorio, con lo cual un monotributista social que no necesariamente se encuentre en actividad figurará en dicho sistema.

Morales y su equipo, sin embargo, omitieron utilizar dos datos claves y mucho más cercanos a la realidad que también releva la secretaría de trabajo: la Encuesta de Indicadores Laborales y la Encuesta Permanente de Hogares.

El primer informe surge de las respuestas entregadas mes a mes por las 307 empresas registradas en la provincia de Jujuy.

La segunda, del relevamiento elaborado mensualmente por técnicos del INDEC a través de la consulta a los hogares.

Ambos hablan de una caída del empleo en la provincia.

La EIL habla de una caída interanual de 2%. La EPH, en tanto, indica que se perdió el 0,9% de los empleos que había en el mismo período de 2017, en el que el gobernador asegura que el empleo aumentó.

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El gobierno asegura que la deuda pública del estado jujeño se ubica en 5,2% del total de los recursos de los que dispone. Ese número asciende a 2.800 millones de pesos aproximadamente.

Sin embargo, la oposición sostiene que la administración Morales endeudó a la provincia en un monto cercano al presupuesto total del año, es decir, alrededor de 62.000 millones de pesos.

¿De dónde surge semejante diferencia?

El gobierno no considera como deuda oficial los créditos obtenidos para el financiamiento de los proyectos del parque solar en Cauchari y la puesta en marcha del plan de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), puesto que, parafraseando al gobernador, “se pagan solos” con la renta que cada inversión debería generar.

Aunque esto fuera cierto – lo cual está por verse y tiene preocupada a mucha gente dentro de Casa de Gobierno – hay razones para afirmar que el nivel de endeudamiento reconocido por el gobierno es sesgado.

Por un lado, se incluye dentro de las supuestas inversiones productivas al crédito que se obtendrá de un banco de Hong Kong para la compra de cámaras de seguridad y un sistema interconectado de vigilancia para la provincia, superior a los 1.000 millones de pesos.

En declaraciones a medios locales, el gobernador señaló que la deuda de la provincia se ubica en aproximadamente 15.000 millones de pesos.

Sólo estas dos cifras son superiores no sólo al 5,2% que mencionó Morales en la Legislatura, también al límite del 20% que impone la constitución de la provincia para el endeudamiento en proyectos no productivos.

Eso sin contar las inquietantes versiones sobre las dificultades de Cauchari y GIRSU.

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El gobierno asegura que durante el año 2018 arribaron a Jujuy 1.366.440 turistas. El número, de por sí sorprendente, indicaría que durante todo el período pasaron por la provincia el doble de sus habitantes.

La metodología que utiliza el ministerio de turismo, sin embargo, es abiertamente cuestionada.

Los funcionarios del área sostienen que los indicadores fueron elaborados de manera conjunta con DIPEC (algo desmentido por las autoridades del organismo en el momento en que se difundieron por primera vez las cifras) y el Consejo Consultivo de Turismo local.

Aunque no se especifica la metodología utilizada para arribar a ese dato, trasciende que los funcionarios habrían sumado todos los pasajes aéreos y terrestres que se vendieron con Jujuy como destino durante el año. Además, un generoso conteo realizado por trabajadores del ministerio en el límite Jujuy - Salta le asigna a cada rodado que ingresa cinco integrantes, que también serían considerados como turistas.

La metodología ha sido señalada por su falta de seriedad, puesto que no necesariamente todas las personas incluidas, tanto en el ingreso terrestre como aéreo, son turistas.

Con otro rigor, la encuesta de ocupación hotelera (EOH) elaborada por INDEC, toma en consideración a los viajeros que se hospedaron en hoteles, hospedajes o casas de familia en San Salvador de Jujuy, en un relevamiento que se realiza en forma mensual.

Según ese informe, durante los 12 meses de 2018 llegaron y se hospedaron en la capital provincial 155.289 turistas. Para que el número que difunde el gobierno sea real, debería haber visitado las otras regiones, como quebrada y valles, una cantidad 10 veces mayor de turistas, algo que parece difícil.

Al margen de los cuestionamientos, el número muestra una mejora en la performance en relación con las gestiones anteriores, aunque el dato que Morales presentó a la ciudadanía en la Legislatura parece una exageración.

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Cuadro de EOH elaborado por en INDEC para diciembre de 2018. En todo el año sumaron 155 mil viajeros a San Salvador de Jujuy. ¿Vino 10 veces más al resto de la provincia?

El gobernador afirmó enérgicamente que Vialidad de la provincia había construido 156 kilómetros de rutas superando los 14 que hizo la misma dirección pero en gestiones anteriores durante un período de 20 años.

Ello, según el mandatario, gracias a la compra de maquinaria que renovó el parque automotor, con una inversión de 506 millones de pesos.

Aunque no deja de ser un progreso la apertura de nuevos caminos, especialistas consultados por este medio señalan que las obras desplegadas por vialidad no pueden considerarse técnicamente una ruta en las condiciones actuales.

“Son aperturas nuevas, sin alcantarillas transversales, sin estudio técnico previo, más bien una huella de transitabilidad relativa, que sin ingeniería previa no puede considerarse técnicamente una ruta”, explicó un ingeniero de la Dirección de Vialidad Provincial.

 

Editorial: Cuando la realidad mata al relato
El gobierno de Gerardo Morales está en problemas. La catarata anuncialista se topó de bruces con la cruda realidad, que no es otra que la propia incapacidad para resolver problemas crónico y añejos de la provincia. Problemas de siglo pasado que requieren soluciones de este tiempo.
La Unión Cívica Radical, con Gerardo Morales a la cabeza, desde 1983 se había convertido en cronista de verdades de perogrullo, perfectos relatores de una realidad que padecían todos los jujeños.
Lamentablemente el tiempo demostró que solo fueron relatores ante los micrófonos, pero muy lejos estaban de ser un equipo con capacidad para encarar un real y verdadero cambio de la realidad jujeña.
Morales inicia su último año de administración con una caterva de fracasos en sus petates. Pero, como lo indica el precario manual del político vernáculo, en un año electoral hay que armar un relato que, de manera mendaz encuentre un responsable de sus propios fracasos.
Con una oposición diezmada y carente de ideas, y hasta si se quiere con una funcional complicidad con el Gobierno de Morales, el gobierno radical no encontró mejor idea que responsabilizar a este medio de sus propios fracaso.
Capitulo uno, titulo uno del manual kichnerista.
Horas antes de un nuevo mensaje de Morales al pueblo de la provincia, y sabedores de que el mismo solo fue una nueva crónica de sus propios fracasos algo más maquillados, apelaron nuevamente a los vetustos panfletos anónimos.
Esta bastarda metodología no hace más que dejar al descubierto la precariedad intelectual de un gobierno que no logra asumir sus propias frustraciones.
Atacan mintiendo, inventando una realidad solo vista desde la mediocre miopía del Gobierno de Gerardo Morales sin darse cuenta que los fracasos son de su propia factura, que la manifiesta impericia está en sus propios genes y la displicencia en su propia historia.
Cuando Joseph Goebbels sostenía que “miente, miente que algo queda…” lo decía en un mundo en blanco y negro e inmerso en un perverso absolutismo signado por un demencial autócrata.
Los radicales de ahora sufren una peligrosa regresión, Morales está situado en un tiempo y un espacio que no le es el suyo, pretende ir por todo y por todos.
A los relatores se les terminó el relato, la realidad los avasalla.
Este medio con todas sus plataformas seguirá hablando de lo que hay que hablar y de lo mismo que venimos hablando hace ya muchos años, los irresolutos problemas que tiene Jujuy.

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